Friday, June 6, 2014

Vínculos poéticos entre Quebec/Canadá y America Latina: una ojeada personal


Jorge Etcheverry
 
Nota leída en el “Colloque sur les liens entre la poésie du Québec et celle de l’Amérique latine
Échanges culturels et littéraires, collaborations institutionnelles et traduction”, en el marco del 15e FESTIVAL DE LA POÉSIE DE MONTRÉAL


Dentro del marco de un intercambio poético entre la poesía latinoamericana y Quebec y Canadá, creo que recurriré bastante, pero no exclusivamente,  al ejemplo de la poesía chilena en Canadá y Quebec, caso que conozco de más cerca por mi diversa implicación en este tema, así como a mi experiencia personal, necesariamente limitada.  

El activismo cultural formaba parte de las tareas de denuncia de la dictadura en Chile a que se entregaba la comunidad exilada chilena y por consiguiente los poetas y escritores chilenos, que, con contadas excepciones (Ludwig Zeller, Renato Trujillo), llegaron a Quebec y Canadá después de 1973. Estos autores de alguna manera aglutinaron en sus iniciativas a los demás autores que escribían en castellano en el país o fueron un elemento clave en el desarrollo de sus eventos. Esto por su llegada colectiva, su imbricación con su propia comunidad, el bagaje que les ofrecía el lugar de la cultura en el proyecto de  la Unidad Popular y la izquierda chilena, y el hecho de formar parte de lo que podría llamarse la institución literaria chilena en gran parte trasplantada, en gran parte bajo la bota de la dictadura. Así, se mantuvieron vínculos con Chile y la diáspora, que se manifestaron en la solidaridad con la Sociedad Chilena de Escritores, organismo gremial de los escritores chilenos, y las revistas y encuentros del exilio literario chileno. Por consiguiente, en el caso de la poesía, los autores siguieron en general adscritos a los parámetros escriturales poéticos chilenos, sus tendencias coetáneas en poesía. Lo que permitía en Canadá el desarrollo y existencia de proyectos escriturales poéticos que no expresaban tan solo el compromiso, la nostalgia, la comparación de un aquí y un allá o el proceso de aculturación, que eran (quizás son) las temáticas de las expectativas de lectura en Canadá de las literaturas trasplantada de menor difusión producto del exilio.

Valgan a manera de ejemplo la literatura erótica de Luis Lama o la novelística de Francisco Viñuela, y entre otros la novela iniciática de Camila Reimers, el rock y la política juvenil de los sesenta de Ramón Sepúlveda, el desafortunadamente inédito Homo Eroticus de Leandro Urbina, la poesía de Jaime Serey, la reconstrucción del mundo de Coquimbo de Gabriela Etcheverry, la vasta poesía de la Escuela de Santiago, etc.  La conexión Chile Quebec/Canadá, en lo poético, se mantiene hasta ahora, y se manifestó por ejemplo en el proyecto Adrianne (por Adrienne Clarkson, entonces gobernadora general de Canadá e iniciadora de esta iniciativa). Este proyecto  entre las bibliotecas nacionales de Chile y Canadá duró dos años y consistió en la recopilación de material literario y documental del exilio chileno y su envío a Chile. Esta iniciativa contó con un gran número de autores chileno quebequenses y era administrado en parte desde Chile por Alberto Kurapel, dramaturgo y poeta que vivió y produjo en Montreal, ahora retornado a Chile[i].

La estadía en Quebec/Canadá muestra su productividad para el desarrollo de los discursos poéticos de los autores chilenos exilados. En el caso de la agrupación neo vanguardista chilena la Escuela de Santiago, mayoritariamente exilada en Canadá, sus miembros escriben sus primeras obra en forma de libro en este país, y tiene lugar su reinserción como agrupación poética en la historia de la poesía chilena contemporánea.  En quizás la más reciente antología nacional de poesía publicada en Chile aparecen cuatro autores, (Gonzalo Millán, Naín Nómez, Alfredo Lavergne y el autor de esta nota). En el caso de Alfredo Lavergne, ex residente en Montreal y retornado a Chile, incluso empezó a escribir en Montreal. El autor y dramaturgo Alberto Kurapel es muy activo en Chile. La Sociedad de Escritores de Chile, organismo gremial de los escritores chilenos, cuenta con miembros en Quebec, como Jorge Cancino, Aspasia Worlitzky y Yolanda Duque Vidal.

Quebec, sobre todo Montreal, ofrecía a los trasplantados chilenos y los autores de habla hispana en general, una cierta comunidad histórico cultural,  ideológica y política, los ismos filosóficos y artísticos, las vanguardias, corrientes políticas, la institucionalidad laica—incluso en el seno de naciones creyentes—ligada al origen de los tiempos modernos, la constitución de las naciones, la revolución francesa y el nacimiento de la democracia, el socialismo y el marxismo. Estos elementos están menos presentes, creemos, en el Canadá inglés.

Fruto de este entorno, los eventos culturales/políticos hispano hablantes en Quebec, no tan sólo chilenos, existen desde temprano. Uno de los primeros encuentros literarios chilenos en Canadá fue en un local de la Confédération des syndicats nationaux (CSN), en 1979, titulado “Literatura y realidad política”.  Está el libro La ciudad, de Gonzalo Millán, obra emblemática de la poesía chilena bajo la dictadura y  que parece resumir las características de la poesía chilena exilada según The Canadian Encyclopedia “Their sophisticated poetry, which draws on both European and Chilean traditions of surrealism, is both political and personal. Though they are preoccupied with Chile, the émigrés also address Canadian experience”.  No es casualidad que este libro fuera publicado originalmente en  Les Editions Maison Culturelle Quebec- Amerique Latine, en 1979, editorial del Bureau Des Prisonniers Politiques Du Chili, de simpatizantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. El nombre en francés y el vínculo con América Latina dan un testimonio ya en ese entonces de la situación única que gozan los poetas castellanógrafos en Quebec en relación con el resto de Canadá. Los recitales y espectáculos, etc. que participan poetas francófonos y castellanógrafos, son una realidad permanente en Quebec ya desde hace décadas.

En la imbricación de la poesía quebequense con otros países de las Américas, cuya existencia conozco pero cuyo detalle en general ignoro, solo podría dar unos ejemplos.  Un caso es la conexión con Cuba, representada por el grupo Sur, agrupación iniciada en Montreal a fines de los 80, dirigida por Tito Alvarado y que actualmente es una de las organizaciones que realiza el festival Palabra en el mundo, evento poético que se realiza paralelamente en diversos países, incluyendo Canadá,  y cuya sede principal en está en Habana, Cuba. Otro, bastante puntual, sería el de un seminario en la universidad de Oriente, el Sexto seminario sobre estudios canadienses, en 2013. “Otros espacios se dedicaron a la Literatura y la Lingüística con acercamiento a la poesía canadiense contemporánea, el joual como variante lingüística del francés de Québec y la literatura chilena en ese país vista a través de la poesía de Jorge Etcheverry[ii]. La conexión continental hispano quebequense dejó publicaciones como los números de la revista Ruptures, un ingente esfuerzo básicamente de Hugo Hazelton y la revista Vice/versa, y en el plano de la traducción literaria Ellipse.  Existen diversas iniciativas editoriales que conjugan en Canadá la presencia del francés, el inglés y el castellano, como la editorial White Dwarf Editions / Les Éditions de la Naine Blanche / Las Ediciones de la Enana Blanca Antares, que dirige Hugh Hazelton, Antares, que dirige la poeta ítalo—argentina—canadiense Margarita Feliciano,  y Alondra, de Montreal, que dirige Yolanda Duque Vidal.

Hay ilustres ejemplos de poetas latinoamericanos famosos que han residido en Canadá, como el mexicano  José Emilio Pacheco, que enseñó, creó y publicó en Canadá, valgan textos en inglés en The Malahat Review y Poetry Canada, Humberto Díaz Casanueva, que fue embajador  de Chile en Canadá y el chileno Ludwig Zeller, el último surrealista chileno,  que escribió en Canadá parte importante de su obra. Con Perú está la conexión del trabajo de la poeta y profesora Lady Rojas, el narrador y poeta Guillermo Rose y el poeta Paolo de Lima, de la llamada “generación postmoderna” o “generación X”, que escribe parte importante de su obra estando en Canadá. Aparte de la estancia en Vancouver del renombrado prosista y poeta Alfonso Quijada Urías. A título anecdótico personal me tocó participar en el IX Festival de Poesía en El Salvador, en 2010, curiosamente representando a Canadá, junto a la poeta quebequense Françoise Roy, que entonces residía en México. No estoy muy al tanto de las vinculaciones o acuerdos en lo relativo a la cultura, literatura y especialmente poesía entre Canadá/Quebec y América latina a nivel institucional gubernamental o universitario, por estar fuera de esos ámbitos, pero estoy seguro que estas limitadas experiencias demuestran la presencia en crecimiento de de las relaciones poéticas de Canadá y sobre todo Quebec con América Latina. Ya no se trataría solamente de  Une certaine latino-américanité de la littérature québécoise, según un artículo de Peter Klaus[iii], sino una especie de consustantividad que integra al Quebec con América Latina. Las TIC han acelerado el desarrollo de estos vasos comunicantes.

 

El internet habría venido a transformar las relaciones entre los actores culturales, superando en gran medida las limitaciones geográficas. Las comunicaciones virtuales anteceden o se superponen, ampliándolas, a los medios institucionales e impresos de la difusión e intercambio literarios y también poéticos. “En teoría, el texto puede ser reproducido infinitamente y llegar a un vasto público, salvando los escollos y arrecifes de la institución mercantil literaria que comprende a la crítica en medios impresos, a la radio y la televisión, y a las universidades, ya que definitiva, la historia de la literatura y la crítica académica forman un continuo con la industria en lo relativo a la comercialización de las obras literarias…A la vez que soslaya la institucionalidad literaria establecida, la publicación virtual se salta las fronteras nacionales y por tanto impositivas y legales que aquejan al libro- mercancía[iv]” . La Editorial Poetas de América (poetas.com), fue un pionero de la poesía virtual.  Este portal  tiene gran importancia para la literatura y poesía en castellano producida en Quebec y Canadá y el intercambio y presencia poéticas en el ámbito geográfico de habla hispana en el mundo virtual. Este portal se planteaba y se plantea como hemisférico americano, en oposición a la dicotomía Norte Sur tan cara a los antiimperialistas.  Esta iniciativa era originalmente la Editorial Poetas Antiimperialistas de América y su gestor y websmaster sigue siendo el poeta Elías Letelier-Ruz. Se publicaron libros de autores latino canadienses, anglófonos de Quebec, latinoamericanos y chilenos, en versiones impresas y electrónicas, amén de antologías. Fue instrumental para la participación en eventos internacionales en Chile, Italia y Francia de algunos de estos autores. La productividad del medio virtual en lo relativo a la poesía quebequense queda por ejemplo de manifiesto en la muestra de poesía quebequense en castellano del poeta retornado del Quebec y residente en Chile Alfredo Lavergne, que selecciona y traduce al castellano esta Pequeña selección de poetas de Québec, Canadá http://www.poesias.cl/poesia_quebec.htm, publicada en Chile.

El panorama de la interrelación y por qué no decir pertenencia, de la literatura de Canadá, especialmente de Québec en el vasto friso americano se constituye, además de las instancias particulares aquí mencionadas, de muchas otras iniciativas universitarias, editoriales y de intercambio cultural a nivel institucional. Podemos afirmar que la literatura canadiense, especialmente quebequense, se inscribe en el marco de una literatura y cultura hemisférica americana.




[i] Artículo mío en http://www.escritores.cl/base.php?f1=articulos/texto/adrienne.htm .  Una cita de un documento del proyecto ilustra la participación de autores chilenos con vínculos canadienses “Chilean writers in Canada included poet Gonzalo Millan, whose work was influenced by Canada's Alden Nowlan; short-story writer Leandro Urbina; poets Carmen Rodriguez of Vancouver and Jorge Etcheverry of Ottawa; and poet Naín, who edited an anthology of Chilean-Canadian writers several years after the Pinochet coup”.
[ii] http://luzdemiciudad.blogspot.ca/2013/04/seminario-en-santiago-de-cuba.html
[iii] Ce texte a été présenté dans le cadre d’une conférence lors de la Semaine de la Francophonie à
l’Universidad de Puerto Rico, San Juan, le 13 mars 2008

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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

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Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

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Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura