Tuesday, July 28, 2009

Sobre la pintura

Jorge Etcheverry Nota puesta alguna vez en http://poesia-sexo-marihuana.com/etcheverry/filo_arte_etcheverry.html Para mí la pintura, el dibujo, en general las así llamadas artes plásticas son básicamente el otro camino, el que no seguí. En la encrucijada de los dieciséis años vi pasar una vez a una niña alta, de un metro ochenta por lo menos, con un pelo ondulado negro, un perfil acentuado y blanquísima, delgada, quizás un poco desgarbada. Por supuesto ni me vio. Pero en las horas o días que siguieron hice un poema muy tradicional, con rima, y traté de hacerle una témpera. La imagen resultante, aunque relativamente buena, equidistaba del original y de la concepción previa que yo tenía en la cabeza. O sea ni lo uno ni lo otro. Más de cuarenta años después seguí clases con una amiga pintora española para pulir técnica y perfeccionar la reproducción de lo así llamado ‘real’, que es ahí donde me aprietan los callos. Por un verano ella trató de que centrara la atención en lo que veía y tratara de copiarlo, pero yo terminaba haciendo lo que estaba en mi cabeza. Por ejemplo pintar con una curva la parte inferior de una botella que es el modelo, porque uno ‘sabe’ que la botella tiene una base curva, pero en realidad se ve derecha, recta, y ella me lo remarcaba una y otra vez. A las finales me di cuenta de que iba a tener que pasar diez años educando la mirada para lograr lo que quería hacer. Y a mi edad eso es mucho tiempo. Claro que por otro lado pienso que en las artes visuales la reproducción en sí la invalidó la fotografía y en mis gustos parto desde los impresionistas, que ya deformaban el objeto por el lado de la luz, y me detengo un poco a veces a la orilla de las instalaciones y el arte así llamado conceptual, muy cargado al mensaje unilineal y que tiene muy poco de pensamiento, agotándose las más de las veces en una sola idea central. El asunto es que me decidí más bien por escribir y siempre he mantenido a la pintura o el dibujo como un señorón latinoamericano mantiene una amante por ahí escondida y la visita a veces. He venido haciendo afiches para eventos, portadas de libros e ilustraciones y dibujos diversos, ‘monos’, como decimos nosotros, experimentando ocasionalmente con diversas formas y materiales, a veces haciendo descubrimientos, pero sin pretensiones profesionales. Quizás porque esta otra es tan peligrosa que terminaría por obsesionarnos o quizás a nuestra edad ya no sabríamos satisfacerla.

Friday, July 24, 2009

Nota de Juan Cameron sobre "La voz y la memoria", antología de poetas chilenos en Canadá

Juan Cameron En una recopilación hecha por Luis A. Torres y Luciano Díaz, La voz y la memoria, entregada recientemente por RIL editores, de Santiago, se muestra la obra de diez poetas chilenos con residencia en Canadá. La bipolaridad que obliga a enfrentar el hecho del exilio, primero, y de la integración, después, es el motivo que cruza en forma constante el imaginario de estos autores. La muestra resulta un tanto parcial y el lector reconoce entre aquellos a Jorge Etcheverry, Blanca Espinoza, Erik Martínez y Jaime Serey. Canadá fue sin duda uno de los destinos importantes para el exilio chileno luego de la tragedia de 1973. El país, como tantos otros, fue primero el escenario del destierro y de la lucha para convertirse, con el transcurso de las décadas, en el país elegido y en la nueva casa desde donde se proyectó la vida. Este cambio repentino y paulatino a la vez fue marcando el espíritu de estos inmigrantes, situación que los poetas pueden registrar con mayor precisión. Así lo consideran, al menos, Luis Torres y Luciano Díaz, autores e integrantes a la vez de esta nueva muestra de poetas chilenos que contribuye a la difusión de sus nombres y al establecimiento en la historia literaria local. «Los poemas que presentamos en esta antología -nos dicen- se enfrentan a las trabas personales y sociales que acabamos de identificar (los idiomas, el aprendizaje, los chilenismos, etc…) pero ellos también delinean un cuestionamiento de lo que hemos llamado adaptación e integración». En una primera lectura destacan los nombres de aquellos ya conocidos o recibidos en el ambiente literario nacional: Blanca Espinoza y Jorge Etcheverry y, en cierta medida, Jaime Serey y Erik Martínez. Pero hay ausencias, también: Ludwig Zeller, Gonzalo Millán, Naín Nómez y Alfredo Lavergne, entre varios, bien podrían aparecer en estas líneas. Blanca Espinoza Cáceres nació en Valparaíso, en 1951. Hija del escritor Manuel Espinoza Orellana, es M.A. por la U. de Lovaina. Ha publicado Ojos de agua (1985) y Tango (Montreal, 2001), más un par de recientes trabajos no registrados aquí, en idioma francés. Espinoza destaca entre los contribuyentes al volumen por un mejor manejo formal y una notoria cercanía hacia la palabra y su uso. Lo femenino y lo formal son tópicos recurridos por la autora: «Heme aquí/ desde mi claridad de palabras agotadas/ perfectamente inútiles/ acomodando el rincón de tus recuerdos/ y digo/ que ya puedo reiterar/ la poesía». Jorge Etcheverry Arcaya tiene una producción bastante extensa en variados registros y formas. Residente en ese país a partir de 1975, ha publicado The scape artist/ El evacionista (1975), La calle (1986), Tánger (1990), A vuelo de pájaro (1998), Vitral con pájaros (2002) y Reflexión hacia el sur (2004), además de libros y textos en otros géneros literarios. Miembro de un grupo de muchachos que se auto proclamaban como la Escuela de Santiago, la escritura de Etcheverry pronto se va destacando por su fuerza y su precisión: «Nos dijeron que se iban/ que muy pronto volverían (…) Ellos habrán de echar sus raíces lejos/ fuera de nosotros (…) Vedlos ahora remontar el vuelo/ como una bandada de pájaros espantados/ por el perdigonazo del cazador»; retrato que en el tiempo presente cobra otro cariz: «Enrabiados, enajenados/ recorriendo las calles de las ciudades con un pucho sin filtro/ colgado de la comisura del labio, la barba a medio crecer». Este aire de generación perdida aparece con frecuencia también en Erik Martínez, el otro miembro de la Escuela de Santiago. Nacido en Santiago (no se indica fecha) estudió pedagogía en Castellano y es autor de Tequila Sunrise (1985) Jaime Serey nació en Viña del Mar en 1951. Es miembro del taller literario Sur de Montreal y de la revista québécoise Artmage. Ha publicado Soledad casi culpable (1994), Vivir por beber y escribir (2003), Aguacero de Palabras (2005) y Poemas de una edad (2006). Obtuvo los premios Renacery de los Padres Maristas, en Limache. Serey incorpora al texto recursos gráficos en uso -como arroba, signo de copyright y la y comercial- al tiempo de buscar y experimentar con fórmulas de otros autores que va citando en los mismos textos. Pero en cierta medida su discurso no alcanza la perfección semántica y muchas veces queda en el territorio objetivo: «La ampolleta descubierta por Edison,/ no nos ha servido en absoluto de nada, ni para alambrar nuestros ojos ciegos,/ ni nuestros escarpados senderos de la imaginación». La muestra también incorpora el trabajo literario de dos profesores eméritos con larga residencia en el país del norte. Uno de ellos es Jorge Neff (Santiago, 1942), con doctorado en Santa Bárbara y autor de La región perdida (1997). El otro, Claudio Durán (no señala nacimiento), con publicaciones en su país. Ha sido profesor de Filosofía y Ciencias Sociales en Toronto y es autor de Homenaje (1980), Más tarde que los clientes habituales (1982), Después del silencio (con Jaime Gómez Rogers, 1986) Santiago (1988) y La infancia y los exilios (2006). Dos mujeres completan este recorrido. La una, Carmen Rodríguez, natural de Valdivia, es profesora de Inglés por la Universidad de Chile y tiene estudios de post grado en Canadá. Actualmente ejerce la docencia universitaria. En poesía ha publicado Guerra prolongada (1992). Carmen Contreras, en cambio, nació en New Haven, Estados Unidos, y estudió en el Liceo Manuel de Salas en la capital chilena. Ambas poesías abordan con menor o mayor intensidad la cuestión de la mujer, problema que se suma conceptualmente a las dificultades propias del destierro. Incompletos resultan los fichajes presentados por los autores. No indican, entre otras menciones, los datos de nacimiento, lo que impide la ubicación de aquellos para su estudio. Luis Torres, profesor de francés, italiano y castellano en Calgary, ha publicado en poesía El exilio y las ruinas (2002), texto que obtuvo una mención en Casa de las Américas un par de años antes. Luciano Díaz, nacido en Santiago, estudió literatura española en Carleton y en Ottawa. En poesía ha publicado Las estaciones de un tren fantástico/ The Stops of a Phantom Train (1990) y The Thin Man and Me (1994) y es autor de varias publicaciones antológicas sobre el mismo tema

Wednesday, July 15, 2009

Declaración sobre Honduras del Primer Festival Internacional de Poesía de Resistencia

Por favor envienos su adhesion a los siguientes correos: resistancepoetryfest@gmail.com, car, Carlos Angulo Rivas, Maria Elena Mesa, DECLARACION: El Presidente de Estados Unidos Barack Obama ha reiterado su declaración inicial de que el único presidente constitucional de Honduras es Manuel Zelaya, sin embargo en Washington a exigencia de El Pentágono, la Secretaría de Estado a cargo de Hillary Clinton inició a través del presidente de Costa Rica Oscar Arias una negociación con los golpistas y usurpadores del gobierno encabezados por el mandatario de facto Roberto Micheletti, quien beneficiado por este espacio de diálogo pretende imponer condiciones en contraposición a lo acordado por la OEA, la ONU y otros organismos internacionales y los gobiernos del continente. Habida cuenta de la censura y desconocimiento universal a los golpistas estaba sobre entendido que el señor Oscar Arias como negociador sólo podía exigir el retiro de Micheletti y el regreso de los militares a sus cuarteles; y cuidar las formalidades de la restitución del presidente Manuel Zelaya, luego de la negativa de los golpistas a dejarlo aterrizar en Tegucigalpa a cumplir su mandato constitucional y terminar con la ola represiva y la comisión de asesinatos contra el pueblo. Mediante los acuerdos internacionales y de los gobernantes de todo el mundo no sólo están en juego la presidencia de Zelaya y el respeto al orden constitucional en Honduras sino también el irrestricto derecho de los pueblos de América Latina a elegir a sus gobernantes y participar activamente en la vida democrática de cada país. Por ello no basta sólo la censura y reprobación a los golpistas sino la destitución de Miceletti y de cualquier gobierno de facto nacido de un golpe militar a la antigua usanza latinoamericana de etapas ya superadas por el avance de la cultura política regional y continental. En esta dirección la mediación emprendida por el presidente Arias de Costa Rica para buscar soluciones a las nefastas circunstancias que está viviendo el pueblo hondureño no tienen futuro, menos cuando Micheletti insiste en quedarse y los pobladores se mantienen en pie de lucha a riesgo de sus vidas. Dos hechos sumamente graves se han conjugado en los últimos acontecimientos en Honduras, el primero la aparición de “escuadrones de la muerte” y el segundo la censura total de información y prensa. Los “escuadrones de la muerte” han eliminado físicamente a dos dirigentes populares antigolpistas: Roger Bados en su propio domicilio de la norteña ciudad de San Pedro Sula y Ramón García, quien fue obligado a bajarse de la unidad de transporte colectivo donde viajaba en el sector de Callejones, departamento occidental de Santa Bárbara. Y el gobierno de facto ha expulsado del país a los corresponsales y periodistas de la cadena Telesur, luego de haberlos apresado y vejado mientras cubrían sus informaciones y tareas profesionales; atentado a la libertad de expresión todavía no censurado enérgicamente por los órganos de expresión empresariales del continente y la deshonesta y arbitraria Sociedad Interamericana de Prensa SIP. Como poetas, escritores, musicos, intelectuales, organizadores, y participantes del Primer Festival Internacional de Poesía de Resistencia realizado en la ciudad de Toronto los días 24- 30 de abril, 2009, en Honor a los Cinco Héroes Cubanos presos en Estados Unidos, hacemos un llamado para el retorno a la paz y la reposición de Manuel Zelaya en su cargo de presidente constitucional de Honduras, en aras de la reconstrucción del estado de derecho, la justicia, la equidad y la igualdad. Asimismo exigimos la intervención de una fuerza interamericana de paz que permita de inmediato la restitución del orden constitucional y asegure la continuidad de la democracia en ese país centroamericano. Toronto, Julio 12, 2009 María Elena Mesa Mejia, Lisa Makarchuk, Carlos Angulo Rivas, Jorge Etchevarry, José González, Nina La Porta, Ama Luna, …..

Sunday, July 12, 2009

Cristo se dirige al Abuelo en sueños como a seis meses de la pascua

El Abuelo La tradición cristiana de la Pascua despliega sus alas y cubre gran parte del hemisferio Occidental con la enorme sombra de sus alas que proyecta buenos deseos, sentimientos de ternura, compasión incluso digamos humanismo, y que brota de las míticas circunstancias de mi nacimiento. Algo hemos logrado, parece. Esta mi figura crucificada se ha convertido en uno de los hitos del amaestramiento del Animal Humano. No por nada me cansé de decirles que cada vez que hicieran el mal a alguien me iban a estar dando otro trago de vinagre a mí, me iban a estar añadiendo otra espina en la corona, me iban a estar hundiendo un poquito más los clavos en las palmas de las manos. A mi padre no le gustó mucho el asunto de mi venida al mundo, pero reconocía la necesidad de mandarme para acá a que arreglara un poco el negocio. Y era la única manera de: 1.- obligarlos a amarme; 2.- hacerlos que me identificaran con todos los otros seres humanos y así eliminar o mitigar el abuso o la crueldad (caso ideal que no creo llegue a producirse nunca, aunque me tenga que quedar aquí colgado por toda la eternidad). Los fulanos prefieren quedarse enredados en el simbolismo, beber mi sangre, comer mi carne, pero ahí se quedan, a la hora de los quiubos no tienen problema para andar metiéndole mano a las señoras de los amigos, a los cabros chicos, para tratar de aprovecharse de los demás, contándoles cuentos para quitarles sus cositas, a veces en nombre mío, sobre todo cuando tienen plata y manija. En un momento me acuerdo que dije que no había caso que entraran los ricos en mi reino, (como Dios es mi papá es como si fuera mío), “Es más difícil que pase un camello por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos”, clarito dije, eché a correazos a los bolicheros del templo, les dije a mis cronistas que escribieran eso destacado, pero con el correr del tiempo esto se fue haciendo más y más chico hasta convertirse en un parrafito, porque estaban entrando en la religión personas con bastantes medios, políticos importantes, y había que suavizar un poco el mensaje. Imagínense que con el correr del tiempo incluso salieron algunos en Europa, creo, que decían que si a uno le iba bien en los negocios eran signo de la buena voluntad divina y después se iban a ir al cielo. Pero en fin, está también toda esa otra cosa del infierno, que es como el cuco para esos cabros chicos, otra vez una idea para que se portaran bien, parece que no resultó mucho tampoco, pese a que en las últimas décadas le pasé el sobre azul a Gabriel, aunque no lo había contratado yo sino mi padre, y le di el trabajo a un señor ruso, Pavlov. Lo que pasa es que parece que la gente no tiene mucha imaginación, o como que les falta dar el pasito que falta. Me explico: cuando llega el momento de pasar del amor que me tienen a mí (dizque), que por otro lado se les despierta de puro verme sufrir, al amor al así llamado prójimo, ahí las cosas se hacen abstractas, el traspaso no se produce y se quedan dando vuelta en cosas de ritos, como esos canutos que vendían el curo cabelludo de los indios o comerciaban esclavos, para dar unos ejemplos, y después no tomaban café, o no se corrían la paja, claro, las cosas facilitas que no les tocaran el bolsillo. Le tengo bien dicho a Pedro que cuando se presenten a las Puertas del Cielo esos tipos y señoras, algunos incluso uniformados con ropa negra, me los mande derechito al infierno, por tontos o por vivos, con esto seres ni yo con mi sabiduría estoy muy seguro, para qué decir mi papá, que en lo que a ellos respecta ya botó la esponja y anda en otra. Para ver otras crónicas del Abuelo: http://jorge-etcheverry.blogspot.com/

Friday, July 10, 2009

Candy Man, la Inmortalidad, el Arte, la Conciencia, el Humanismo

Jorge Etcheverry En la película el Candy Man le dice a su víctima predestinada te ofrezco la eternidad y la dicha de no ser, sino en la mente de los creyentes. Entonces fue que me cayó la teja, expresión chilena que quiere decir lo mismo que se me prendió la ampolleta. El golpe súbito de la ocurrencia o la idea, en que casi podemos percibir el impacto del choque de esos elementos distantes que se conjugan por sí solos para producir la idea. La segunda imagen aludiendo al hecho de que pese a todos los humanismos y antropocentrismos todavía el pensamiento es esa luz que se prende de repente en medio de la pieza oscura y que se extingue en un instante. Pero a lo que iba, entonces es que me di cuenta. Darse cuenta. Esto que acabo de decir alude al carácter reflejo de la conciencia, que eso era lo que buscaban los artistas principalmente, pero también otros sujetos entregados a otras profesiones que ponen al reconocimiento de los semejantes como la única posibilidad de pervivencia, de inmortalidad, elección o creencia que no puede sostener con buena fe el creyente de ninguna religión

Saturday, July 4, 2009

Día de Canadá con harekrishnas



Siempre asisto al día nacional de Canadá, desde que llegué a Ottawa proveniente de Baton Rouge, Louisiana, por lo del Katrina, después de vivir casi treinta años ahí, prácticamente desde que salí de Chile en 1973, sin contar una fugaz estadía en Roma y otra en París. Aquí en la capital, este aniversario se celebra en la calle y en escenarios públicos el día primero de julio, a escasos tres días del día patrio de los Primos Grandes del Sur. En general, y en esto no soy el único, tiendo a saltarme los eventos centrales, es decir las presentaciones de los conjuntos musicales o artísticos canadienses conocidos de la ‘corriente principal’ que francamente no me gustan (a lo mejor cosa de la edad, la vejez, etc.) y me centro en los eventos más marginales: percusionistas improvisados de los más variados instrumentos, ortodoxos o no, saltimbamquis y predistigitadores, los infaltables músicos andinos que tocan muy bien y recolectan monedas sin cesar en sus anchos sombreros negros puestos sobre el pavimento, y que en esta ocasión se veían estorbados, como todos los intérpretes y el público más o menos cercano, por una rotunda banda de bronces diversos y muy marcial de los Falun Dafa y/o Falun Gong, como cien tipos y niñas con uniforme azul y formación y ademanes militares que hacían su cosa con absoluto desprecio del resto. ‘Fachos’, me dije, con un olfato que se ha hecho endémico entre muchos latinoamericanos y chilenos de mi edad, mientras rechazaba cortés pero firmemente un primoroso panfleto que me entregaba una chinita preciosa pero onda medio zombi, mientras reflexionaba que si bien a los comunistas chinos continentales parece que se les había dado vuelta el paraguas en forma completa y son a lo más un capitalismo de estado a quienes incluso el Canadá conservador podría dar lecciones de programas sociales, y los coreanos del norte una monarquía hereditaria con economía centralizada, sería mil veces peor que esas milicias de gestos milimétricos y de uniforme azul controlaran las vastas, ricas y populosas extensiones de la patria de Mao y Lao Tsé. Pero a lo que iba. Lo más interesante, vibrante y espontáneo se da en las márgenes de estas celebraciones, este año bastante disminuidas por haber caído un miércoles y la gente tiene que salir a trabajar al otro día, o por el incierto clima preñado de esa lluvia que en algún momento no pudo aguantar más, se bajó los churrines y nos meó bien meados, claro que por un rato nomás, o por la presencia implícita de los años de conservantismo que se dejan sentir agudamente en la atmósfera de la Ciudad Burocrática de Ottawa. O por el trabajo de zapa sostenido de una municipalidad regida por un señor con manejos dudosos pero en el fondo un hombre de negocios sumamente reaccionario. Me detuve admirado ante los break dancers, las agrupaciones de Hip Hop en frenética y fraternal competencia, los diversos acróbatas, y el espectáculo, que basta y sobra, de esa multitud multiétnica, y esa mutación temporal entonces del área del Parlamento y las manzanas colindantes, porque a veces se superponía un paraíso por el que circulaban ángeles de falda corta o larga de variados colores y formas, recuerdo un par de doncellas sin sostén, o brassieres, como se dice más elegantemente en el idioma de Descartes, Flaubert, Rimbaud y Baudelaire, pero con unas réplicas pintadas, de lo que uno sólo se daba cuenta cuando estaban muy cerca. Y a lo que iba. Los harakrisnas bailan y bailan repitiendo diversas combinaciones y recombinaciones de Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare, y así ad infinitum. Plagados en los años sesenta y setenta de escándalos de todo tipo parece que ahora han recuperado cierto prestigio y levantan cabeza, se modernizan, los rostros sobre los amplios atuendos naranja de los monjes y aprendices varones no son tan estragados, niñas de indudable atractivo danzan girando en atuendos bastante variados y se ven más rostros hindúes en un culto que antes era más bien para jóvenes sajones. Todos los años me paso bastante rato escuchando y viendo a los haras, sintiendo cómo el corazón y el metabolismo todo se me sincopa al compás y ritmo de ese espectáculo marginal que junto a otros compensa los bodrios fomes anglo y franco que se despliegan en el escenario principal. Como este año la celebración coincide con el festival de jazz de la ciudad algunos grupos se presentan gratis al aire libre. Un extraordinario grupo de Australia incorpora instrumentos aborígenes de allá a su música y en un intermedio el intérprete portavoz expresa lo felices que están él y sus acompañantes de estar tocando aquí, en la ciudad de Québec, y luego se calla sorprendido por la hostil e inesperada reacción del público. Explica que han tocado como cincuenta veces en varias ciudades y pueblos, que disculpe el respetable, que es la primera vez que vienen a Canadá, y cuando reinician su música es un como borrón y cuenta nueva mientras la gente danza y se balancea, olvidando otra vez el mini problema del remoto (pero quién te dice en una de éstas) separatismo del Québec francófono, la leve tensión entre los anglos y los francos, que la mención de la capital del Quebec, la belle province, viene de ocasionar en Ottawa, la capital del país. Y más aún en este día en que, como pasa en el año nuevo, se abren las puertas de la moral anglófona protestante por un ratito y dejan salir un chorro o avalancha vital antes de volver a cerrarse después de la medianoche con las últimas reyertas de borrachos o pandillas (street gangs). Jorge que también anda por aquí con la Sharon me comenta que en verano, cuando él vivía en Montreal, todos los fines de semana de verano eran como carnavales y mira fijo hacia adelante, nostálgico. Yo aprovecho para ir baño del Arts Center aquí cerquita y veo a varios Hara Krishnas sentados y relajados a la sombrita, bebiendo tragos de botellas de agua mineral y pienso otra vez en que quizás sus éxitos de reclutamiento en estos últimos años se deban a esta disciplina un poquito más relajada.

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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

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Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

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Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura