Sunday, December 21, 2008

Nota al pasar sobre desarrollo, ambiente y socialismo

Jorge Etcheverry Una de las interrogantes más urgentes de nuestro tiempo es la siguiente. ¿Cómo se puede equilibrar una sociedad equitativa, —que no igualitaria, ya que la igualdad no existe ni puede existir— y ambientalmente responsable, con el así llamado desarrollo? No se puede. Quizás la única garantía de supervivencia para el género humano, indisolublemente ligado al ‘resto’ de las variadas ontologías del planeta, es la contención del desarrollo económico, urbanístico, social, dentro de los límites actuales del hábitat del ser humano y de su explotación actual de recursos, ya que no es posible bajo ningún concepto hacer que retrocedan, lo que sería un desiderátum. Para hacer esto último, es decir para de algún modo hacer retroceder estos factores, no existen en la actualidad ni las herramientas políticas, ni las manifestaciones ideológicas o culturales, ni la remota posibilidad de que se pudiera instaurar un sistema que pudiera hacerlo manteniendo a la vez un mínimo de equidad y libertades. Es decir, que no se puede concebiblemente disminuir gradualmente la población mundial mediante controles de natalidad, estímulo del aborto, etc., ni reducir la urbanización e industrialización, sin recurrir a una estructura de poder que convertiría a todos los regímenes autoritarios del pasado en un fin de semana en Mar del Plata, aunque quizás esa sea la única manera a largo plazo de regenerar nuestro medio ambiente, cuya degeneración al parecer irremediable implica nuestra propia degeneración como organismo animal colectivo, y a la postre quizás hasta nuestra extinción. Y ni siquiera nos refiramos al chiste de mal gusto, a la broma macabra que es el tan solo insinuar que esta contención del desarrollo económico y el aumento de la población se pueda llevar a cabo en los presentes términos de referencia económicos, sociales y geopolíticos mundiales, o sus ideologías subyacentes y manifiestas que por una parte enaltecen el provecho personal, la explotación en vista de obtener beneficios de todo elemento natural y humano existente; la valorización del éxito económico personal y del trabajo en abstracto como cualidades intrínsecas; el libre mercado en que todo lo que existe es mercancía o susceptible de convertirse en mercancía, incluso los seres humanos, una concepción del desarrollo que abarca a todo el universo en términos de convertirlo en elementos consumible, todo esto a veces visto como formando parte de una paradojal y casi grotesca concepción del cristianismo. A lo que se enfrentan concepciones parateológicas igualmente horrendas que instauran la diferencia infranqueable entre los sexos, una sociedad dividida en castas y sujeta a una tiranía puritana, regida por señores a la vez feudales, religiosos y capitalistas. Entonces, dentro del marco ideológico y de poderes fácticos actuales no cabe la ‘stasis’, derivada de la palabra griega stasis, que fuera de sus concreciones sociopolíticas en la misma antigüedad griega significa ‘acción de estar’ "mantener en el mismo nivel", “pararse”, y que en algunos restringidos círculos ecológicos, ambientalistas, científicos y progresistas ha pasado a significar un programa que llevado a su forma más escueta sería cero desarrollo económico, cero crecimiento de la población, como expresión de la necesidad ineludible de detener el así llamado desarrollo si queremos salvar a este planeta para que siga siendo nuestra casa, ya que las posibilidades de irnos a otro, aparte de estar condicionadas por la pertenencia a ciertos países, ciertas esferas etnoculturales, políticas y económicas, llevan la discriminación incluso a niveles de la sobrevivencia de la especie. Como dice Gustavo Esteva, “Para muchos de nosotros, el ideal del progreso está maduro para el museo”. Es de esperar que uno de los logros políticos de este continente latinoamericano, laboratorio de nuevos experimentos sociales y que tantas sorpresas está brindando a la humanidad desde México hasta la Patagonia, desde Obrador y el Comandante Marcos hasta Evo Morales, pasando por Chávez, haga cuajar algún germen de la manifestación política de esta nueva, aunque quizás dura, manera de concebir las relaciones del hombre y el medio ambiente en este planeta tierra, nueva manera que no se puede realizar bajo el estandarte de la economía de mercado ni del capitalismo y que en algunos círculos, como repetimos, recibe el nombre de Estasis.

Monday, December 8, 2008

Llamado a solidarizar con el pueblo turco y con el Séptimo Simposio Internacional contra el Aislamiento

En Turquía hay 5000 prisioneros políticos turcos, kurdos y de otras nacionalidades que languidecen en cárceles de aislamiento de tipo F. Las condiciones en que viven son bien conocidas, así como el daño físico y psicológico muchas veces irreparables que ocasiona este tipo de detención. Ya en 2001 Amnistía Internacional declaraba en un documento público que “«El aislamiento prolongado constituye en sí mismo trato cruel, inhumano o degradante, y puede facilitar la tortura y los malos tratos. El gobierno de Turquía debe poner fin de inmediato a estos abusos». No es esta la primera vez que se denuncian las condiciones de existencia infrahumanas de los prisioneros políticos turcos que languidecen en el sistema carcelario de este gobierno mirado con beneplácito por la institucionalidad mundial, que por razones económicas prefiere no reconocer la grave situación de los derechos humanos en Turquía. Por ejemplo, en enero de 2009 la Unión Europea firmará con Turquía un acuerdo sobre el proyecto de gasoducto Nabucco, que le dará acceso a través de Turquía a las reservas petrolíferas del mar Caspio. Es por eso que una vez más la comunidad internacional de poetas, escritores, intelectuales y activistas culturales llama a la opinión pública mundial a tomar conciencia de la situación de los detenidos por motivos políticos en Turquía La comunidad progresista y revolucionaria internacional, representada por sus organizaciones, se da cita en el Séptimo Simposio Internacional contra el Aislamiento que tendrá lugar del 19 al 122 de diciembre de 2008 en Viena, Austria Los Poetas Antiimperialistas de América se suman a esta iniciativa, otra oportunidad para demostrar nuestra permanente solidaridad con el pueblo turco y sus prisioneros políticos, que también encarnan a todos quienes sufren la discriminación, la prisión, la tortura y la muerte cuando luchan por un mundo equitativo, con igualdad de oportunidades, ajeno a la discriminación y en armonía con el medio ambiente. Los intelectuales, artistas y trabajadores abajo firmantes declaramos que no se puede descalificar de antemano a ninguna forma de resistencia cuando su fin es la supresión de la injusticia, la inequidad, la represión y la discriminación Demandemos la libertad incondicional de todos los presos políticos turcos.

Saturday, November 22, 2008

Declaración de Temuco por la Diversidad y la Convivencia Intercultural

Escrito por Red Ciudadana Chile País Multicultural Jueves, 09 de octubre de 2008 Los días 3, 4 y 5 de septiembre pasado se realizó el Encuentro por la Diversidad y la Convivencia Intercultural , del cual emergió la siguiente declaración. Reunidos en el “Encuentro por la Diversidad y la Convivencia Intercultural” realizado en la ciudad de Temuco los días 3, 4 y 5 de septiembre de 2008, convocado por la Red Ciudadana Chile País Multicultural y la Universidad Católica de Temuco, con el apoyo del Observatorio Ciudadano y del Museo Regional de la Araucanía y ante una concurrencia de ciudadanos y ciudadanas de Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guatemala así como representantes de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Constatamos Que Chile y los países de América Latina se han formado sobre la base de sociedades diversas, pluriétnicas y multiculturales, de las que hemos heredado un amplio y profundo patrimonio cultural que se proyecta al futuro y que reclama el reconocimiento de derechos que hagan posible la construcción de una ciudadanía intercultural. Que la diversidad cultural tiene plena vigencia en el mundo actual, pese a la negación y exclusión de han sido víctimas diversos y amplios sectores de las sociedades latinoamericanas y que se manifiesta positivamente en las relaciones sociales, la economía, en sus distintas escalas, las comunicaciones, la participación política, el patrimonio cultural, los procesos organizacionales, las políticas públicas y la educación. Que pese a los avances existentes en la sociedad chilena y los países latinoamericanos en materia de reconocimiento de la diversidad y de combate al racismo, la discriminación racial y la xenofobia, subsisten prácticas que discursos y prácticas que promueven la negación de la diferencia y el valor de la diversidad como elementos base para la convivencia y la construcción de ciudadanía de nuestros países. Que por lo mismo, el reconocimiento de la diversidad y la interculturalidad es una aspiración de amplios sectores de la sociedad chilena y de los países latinoamericanos para acceder al disfrute pleno de los derechos que reclaman los pueblos indígenas, afrodescendientes y migrantes, además de otros sectores víctimas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y otras formas de intolerancia. Que una de las causas principales de la negación de la diversidad y la interculturalidad, así como de los derechos de los pueblos indígenas, los afrodescendientes y los migrantes, en Chile y América Latina, es el desarrollo de una perspectiva economicista de la globalización que aspira a la homogeneización y al fin de las diferencias culturales o a la conversión de la diferencia en un producto más del mercado. Que el actual proceso de globalización económica, que sólo valoriza el mercado, al negar la diversidad, las identidades y la interculturalidad, excluye, margina y empobrece a amplios sectores sociales que buscan insertarse en el mundo globalizado con base en sus identidades y en el reconocimiento de derechos específicos como son el derecho a la tierra, el agua, el territorio, lo recursos naturales, así como el conjunto de derechos reconocidos a nivel internacional. Que el diseño del Estado y las concepciones de la nación en Chile y en otros contextos de América Latina, continúan atados a formas históricas que excluyen la diferencias e impiden el desarrollo de una ciudadanía articulada y constituida en torno a la diversidad y la diferencia. Que la negación que el Estado y distintos sectores de la sociedad hacen de la diversidad y la diferencia cultural han afectado el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas a sus bienes simbólicos y materiales, el uso y posesión de sus recursos naturales, el agua, el subsuelo y la tierra, sus identidades y cultura. Lo que pone de manifiesto la necesidad de crear nuevas y creativas formas de convivencia, diálogo y resolución de conflictos. Que existe un profundo interés de diversos sectores de la sociedad chilena por trabajar en pos de los valores de la diversidad y la construcción de una ciudadanía intercultural. Así, se puede destacar el interés de las organizaciones de la sociedad civil, del mundo académico, de los estudiantes y los jóvenes en general que se hicieron presentes durante el encuentro. Que pese a los avances de los últimos años en Chile existen discursos contrarios al reconocimiento de la diversidad, que incluso promueven el odio racial, que a través de los medios de comunicación, promueven los prejuicios y estereotipos que arrastran pautas de comportamientos excluyentes y contrarios a la convivencia intercultural. Proponemos La construcción de una democracia participativa, acorde a la realidad social y cultural de Chile, que aspire a la superación de la discriminación, el racismo y la xenofobia y que integre como parte constitutiva de su ordenamiento los valores de la diversidad y la interculturalidad en todos los ámbitos del quehacer social. Incentivar procesos de participación y desarrollo de políticas públicas basadas en los principios del respeto, la tolerancia y la construcción de relaciones armónicas entre indígenas y no indígenas, que contribuyan a la construcción de voluntades políticas en pos de una ciudadanía ampliada basada en el reconocimiento de derechos. Impulsar mecanismos e instancias de diálogo social que contribuyan a la generación de iniciativas públicas basadas en los principios de la diversidad y el derecho a la diferencia. Hacer un llamado a los medios de comunicación de mayor cobertura para que promuevan y valoricen la diversidad sin hacerse parte de prejuicios y estereotipos que afectan a los pueblos indígenas, afrodescendientes, migrantes y otras minorías. Asimismo, promover el desarrollo de espacios y medios de comunicación independientes y alternativos que recojan las demandas y propuestas de los sectores que están proponiendo fórmulas de organización y participación social distintas a las tradicionales, que propone distintas formas de habitar el territorio, de distribuir los recursos, de desarrollar la economía y de articular proyectos alternativos de sociedad. Impulsar iniciativas que estimulen la imaginación y la resignificación del mundo sobre la base del reconocimiento como principio ético y como un proceso de revisión de las bases con que conocemos y somos conocidos por los otros. Promover iniciativas que legitimen y articulen a actores y sectores no reconocidos en sus demandas y derechos, instalando la evaluación y el seguimiento ciudadano permanente de las condiciones para la convivencia intercultural, comprendida como eje para la convergencia entre sectores y movimientos que abogan por la legitimidad de sus espacios y de sus fórmulas para proyectarse en el tiempo. Al gobierno y al Estado de Chile la pronta ratificación, sin declaración interpretativa, del Convenio 169 de la OIT , el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas, así como la elaboración de un marco normativo de combate a la discriminación, el racismo, la xenofobia, la protección de los migrantes y las minorías. Proponemos a las universidades y centros académicos del país que recojan la demanda por interculturalizar la sociedad y la ciudadanía desde la revisión de sus prácticas e impactos, desde la generación de conocimiento así como desde la realización de experiencias conjuntas con la sociedad civil y los distintos actores involucrados en la interculturalidad y la diversidad cultural. A los pueblos indígenas, proponemos la discusión y reflexión conjunta en torno a sus proyectos y expectativas para la construcción de la interculturalidad, como una vía para alcanzar la consecución de sus derechos y debido reconocimiento. Finalmente, proponemos a los distintos actores de la sociedad chilena hacerse parte de los procesos de reflexión, debate y formulación de acciones en torno a la necesidad urgente de redefinir los actuales términos de las relaciones interculturales en Chile, para avanzar hacia una sociedad que viva en un espíritu de convivencia plural, equitativa e inclusiva. Aspiramos a un Bicentario que se el punto de inicio para el reconocimiento del carácter pluriétnico y multicultural de Chile. ¡Por un Chile intercultural y diverso! Temuco, octubre de 2008

Tuesday, November 18, 2008

En defensa de la poesía chilena

Proveniente de El Mercurio de Antofagasta Poemas nacionales tienen una representación de apenas un cinco por ciento en el país del norte La poesía chilena permanece desconocida en los Estados Unidos por dos razones: su producción y difusión limitada de publicaciones y porque no se ajusta a las normas convencionales y criterios canónicos de poetas norteamericanos. Sin embargo la académica chilena del Departamento de Español del Collin College y radicada en Dallas, Texas, Sandra Herron en su libro en inglés “Los cambios de las caras en la poesía chilena” publicado por Mellen Press -en Estados Unidos el mes pasado- demuestra que los poetas chilenos siguen escribiendo y crean un diálogo entre todos los sectores socio económicos locales y globales de la sociedad. estudio El estudio de la doctora Herron ofrece una selección de poesía chilena que proveer recursos de estudios a pedagogos interesados en la poesía chilena. Muy pocos lectores norteamericanos tienen acceso a una variedad de poesía original escrita en español, porque muchas de las selecciones nunca han sido traducidas. Subsecuentemente existe muchísima poesía escrita en países como Chile que no ha sido reconocida o analizada por la comunidad literaria norteamericana. La autora introduce teorías de traducción y comienza su libro con traducciones de poetas chilenos, quienes fueron miembros del movimiento llamado Avant-garde como Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Nicanor Parra, Gonzalo Rojas y Enrique Lihn. El segundo capítulo del libro, presenta traducciones de poesía de mujeres chilenas como Gabriela Mistral, Rossabetty Muñoz, Carmen Orrego y Heddy Navarro. Y el tercer capítulo muestra traducciones de poetas que han escrito poesía de protesta como Magdalena Fuentes Zurita, Aristóteles España, Víctor Jara, David Valjalo, Sergio Macías y Jorge Etcheverry. DESCONOCIDOS La académica argumenta la importancia de conocer aún más la poesía hispana y en este caso la chilena, que sólo tiene una representación de un cinco por ciento, incluyendo a Pablo Neruda y Gabriela Mistral, dentro de una lista de 160 traducciones latinas. Por esta razón hizo un llamado para incrementar las traducciones de poetas chilenos que no son representados y por lo tanto no son conocidos en el exterior. Entonces la autora provee una reexaminación de poetas femeninos y masculinos que demuestran la vitalidad de poetas desde el norte hasta el sur de Chile en los cuales se demuestra el lenguaje y la cultura local y global de los poetas la que debería de servir como modelo para revitalizar la crítica literaria, mejorar la literatura, y construir puentes entre países. Finalmente la autora ha demostrado su apreciación y exploración de la poesía, y cultura chilena.

Wednesday, November 5, 2008

como un hombre gordo

Camino como un hombre gordo La cabeza un poco baja Los brazos a los lados Rígidos Con pasos lentos, medidos Me miro en la vitrina que me enfrenta Más bien alto Vagamente delgado Como un adolescente de apretados bluyines O un esqueleto ¿y qué me hace entonces caminar por la vereda así como un hombre gordo? --las causas se arremolinan no tan sólo en mi cabeza, ahora que pregunto— sino que parecen desplegarse como las infinitas plumas de la cola de un pavorreal que augurara puro maleficio y me detengo dudando en la esquina antes de cruzar la calle sobre cómo, donde comenzar el inventario Jorge Etcheverry

Friday, October 24, 2008

Los poetas y el vino, con menciones

Jorge Etcheverry Como pájaros míticos casi sin ediciones comerciales Se paran en los roqueríos y ramas de diversas mesas Tráiganme trago Tráiganme un asado Para este canto de amor a Stalingrado parodia El Innombrable Frente a su medio litro de tinto de la casa Y el Pepe Cuevas dice mirando su cerveza Y yo no sueno ni trueno Y yo no voy ni a cañón Y no es que estén solos Anidando en el seno de pueblos cerveceros o vineros del tinto y del otro ni Carlos Pérez que toca apenas el vaso con los labios sentado como un Buda entre la poesía negra caribeña y la poesía en español per se la spoken word los latinopoets del Monstruo Tratando de darle forma orgánica a la constelación local bolivariana Mientras El Innombrable se toma otro trago Se acuerda de los japoneses que comen pescado crudo en mesas bajitas y toman sake en minúsculos vasitos blancos haciendo haikus mientras Godzilla se esboza en la conciencia nacional como la cara que asumieron Hiroshima y Nagasaki Y los vascos casi no tienen poesía por el intomable txacolí Que De Diego dice que producen de corteza por falta de sol que madure las cepas Y Arturo dice, Por Dios Montresor emparedado entre el trago y los cigarros Y el Cayo Evans comenta “puchas que le hemos puesto” ante medio vaso de cerveza en el bar de los sesenta le pide a la mesera “Señora, dos puñales” y lo arrebata el tango

Wednesday, October 8, 2008

El pensamiento me entretiene, me mantiene y me mata. Avatares del yo en la poesía de Julio Miralles

Jorge Etcheverry La poesía de Julio Miralles desplegó sus alas por un par de décadas desde esa región de atmósfera aún traslúcida que es Norte. Triste dio unas vueltas para luego caer prematuramente en el momento más fructífero de su producción. Julio Miralles nació el 26 de septiembre de 1971 en El Salvador. Pasó su infancia y juventud en Vicuña y siempre se consideró un Elquino de corazón. En 1994, luego de participar en actividades culturales en La Serena, partió a Iquique donde vivió el resto de su vida. Además de poeta era dramaturgo y artista plástico y fue galardoneado por el Ministerio de Cultura, por sus actividades culturales y sus numerosos premios en concursos de poesía y cuento. Llegó a ocupar la secretaría del Consejo Regional de la Cultura de la Primera Región, puesto que desempeño hasta su fallecimiento. Si bien publicó sólo dos libros en papel: De astros y confabulaciones (Split/Quotation –La cita trunca, 1992) y Las fórmulas secretas de la soledad (Ediciones Campus, 1999, Universidad Arturo Prat, Iquique), nos dejó bastante producción inédita, libros que he ido publicando en formato electrónico en La cita trunca, incluyendo un tercer libro que iba a sacar en papel y que no alcanzó a publicar: Los ángeles prohibidos del amanecer. Sus otros títulos son Fragmentos del tatuado; Lo oscuro y lo silencio; Crónica trasnochada de la mariposa y otras mariconadas y las Microcrónicas, este último una colección de breves textos intergenéricos. Poeta básicamente lírico, en cuanto privilegia una intensa expresión centrada en lo que se suele denominar ‘personal’, sin embargo acoge abundantemente al mundo como correlato objetivo de su interioridad y como escenario. Pero sobre todo a los demás, como familiares, confidentes, interlocutores, amantes, compañeros y semejantes, que aparecen en los poemas ya sea como personajes concretos de su vida cotidiana o seres fantásticos o míticos y personificaciones, lo que enmarca y contextualiza el desgarramiento existencial e identitario básico sobre el que se levanta su poesía. En el aspecto por así decir formal, de la expresión, su escritura acoge diversos tipos de discursos e influencias, que se ponen al servicio de la comunicación para compartir una herida existencial básica. Una de las mayores predilecciones, para no hablar de influencias, de este poeta, es Vicente Huidobro: Ícaro, que es por así decir el personaje principal del poemario Lo oscuro y lo silencio, es de alguna manera un Altazor: Ícaro mártir seducido niño insólito ovario cautivo en la caída tal vez también eres un ángel y tu caída un vuelo inverso 4 de las 5 las notas finales para las citas y alusiones en este libro poema corresponden a citas de El ciudadano del olvido de Huidobro. En Los Ángeles Prohibidos por el Amanecer, obra objeto de una performance suya en la Universidad Arturo Prat en 2006, y que es un verso de Altazor, se citan a su vez versos de Poemas Árticos, Altazor y Últimos Poemas. Las fórmulas secretas de la soledad, uno de sus dos libros publicados, tiene como epígrafe unos versos en Francés del poeta creacionista y se citan los Poemas Árticos. Esa presencia de Huidobro, aparte del frecuente recurso a la cita o alusión de textos, muestra una tendencia mesurada y contenida al experimentalismo y la vanguardia, un poco de capa caída en estos tiempos de comunicación directa y simple de los nuevos medios. O a lo mejor aminorada por los miles de millones de soledades paradojalmente entramadas en una red mundial. En el caso de este poeta, la necesidad de expresión en su urgencia atenúa esa tendencia presente a la exploración lingüística, que deja advertir sin embargo en la presencia mesurada de caligramas, como en Lo oscuro y lo silencio: y niño en el pájaro c a y e n d o y caído planóforo incendiado donde hay además un ejemplo de generación semántica, y también otras alteraciones sintáctico formales: XI Faraón - sueña - sueño - indescifrable. Sagrada - boca - toca - pétalo - perdido. Flor - lejos - desprende - luto. Muerte - envía - telegrama : Bes o - negro - del - olvido. PUNTO de Crónica trasnochada de la mariposa y otras mariconadas Lejos de ser un puro regocijo o manipulación exploratorios, o intentar ampliar los horizontes de la expresión linguística--una vanguardia la trascendencia perpetua o el vacío--, estos rasgos experimentales se emplean para representar realidades líricas o situacionales. En toda poesía, acaso en toda literatura, se da el encuentro y el intento de armonización entre la dimensión ‘de acá’, del sujeto, y de ‘allá’, comúnmente mundo. En este caso, la acogida del mundo (natural y humano) da lugar a una pluralidad de diversos discursos sociales que van de lo idiomático a lo culto y lo casi idioléctico, es decir un lenguaje con connotaciones reducidas a un grupo mínimo, en general familiar, pero que se ponen al servicio de una vocación eminentemente lírica. Así, el epígrafe “El pensamiento me entretiene, me mantiene y me mata”, del libro Los Ángeles Prohibidos por el Amanecer alude a una anécdota que circula en el seno de la familia del poeta y el círculo más estrecho de relaciones y amistades: una mujer loca en la Parte Alta de Coquimbo decía esa frase cuando hablaba su estado mental con la abuela del poeta. Aquí esta frase se saca de ese contexto y pasa a referirse al emisor poeta, encabezando un libro cuyas otras citas o referencias al fin del mismo son de Vicente Huidobro. Así, esta poesía abarca lo cotidiano, popular, coloquial. Es aterrizada y de alguna vinculada con seres, grupos y lenguajes marginales y marginados. Hay diversas fonéticas reproductivas y grafismos, se manifiesta por ejemplo en la presencia de expresiones subculturales como panky, fumón kumita choro..;. “Shiii aquí estamo todavía los loco”; cacho; la mermelá en Crónica trasnochada de la mariposa y otras mariconadas. La ‘i’ arcaica de la ortografía de Bello y el español antiguo aparecen en algunas estrofas de Las fórmulas secretas de la soledad, que a veces parodia el lenguaje español antiguo de los cantos de gesta y los libros de viaje, como en la parte del poema que lleva por título “El Doncel Relata la Historia de su Vida/i Algunos Viajes i Cosas que Sucedieron en Ellos". En Los Ángeles Prohibidos por el Amanecer nos encontramos ocasionales representaciones fonéticas de habla coloquial entramadas con textos de otros registros: la ciudá, la realidá, calamidá, alas rompidas, desta soledá, en doliendo, en arañando, y deso vivo, libertá, se me le multiplica, he volvido, que resultan en un texto que mantiene una estructura más o menos tradicional de verso libre, un gran presencia popular y coloquial, pero que a la vez es fuertemente distanciado, otra de las dicotomías con que trabaja este autor: Mira... cómo me le crecen estas alas rompidas y cómo me le rompen en la garganta rota las palabras desta confesión de-lirio, de flores y ventanas. Julio favorece la figura del ángel, de Los Ángeles Prohibidos por el Amanecer, el que de alguna manera es una máscara o representación del hablante lírico o un personaje que un poco lo encarna y que se pasea por sus poemarios. El ya mencionado Ícaro tiene elementos de este ángel caído, y el Altazor de Huidobro, que se cita, pasa a ser parte de esta serie de personajes autorreferentes de aciago destino. También forman parte de esta constelación El Tatuado, que aparece en los Fragmentos del tatuado, y el Joven Príncipe de Las fórmulas secretas de la soledad; así como el testigo y narrador de Crónica trasnochada de la mariposa y otras mariconadas, que es un vampiro, de alguna manera un ángel caído y maldito: Comienza a amanecer… el hambre nuestro de cada día se vislumbra. Entonces mejor correr antes que cierren todos los cementerios y nos quedemos aquí viviendo entre los vivos… pero muertos Estos y otros personajes se sitúan al centro de una madeja o tejido de relaciones, juicios, conjeturas, etc., que hilvanan una escritura en que diversos otros caracteres y avatares les irán entregando el sentido de una existencia yecta, en un sentido heideggeriano, pero no del todo inauténtica sino rodeada a veces de un negro romanticismo. Pero en el fondo el héroe de turno conoce y a la que está condenado desde su nacimiento. Este (anti)héroe marginal que puede asumir las alas y el destino aciago de Ícaro, el Joven, Príncipe o el Ángel, es el centro o la incógnita de otros diversos personajes que el emisor poético secreta en un afán definitorio de los contornos y esencia de su propio ser. Así, en Lo oscuro y lo silencio, el personaje central que se define como siendo “A la manera de Ícaro”, es el objeto de la preocupación, registro, investigación y conjetura de caracteres tales como el Entomólogo, el Maestro, la Nodriza, el Célebre Médico, el Astrólogo y la Madre, a todos quienes el héroe responde en la sección de este libro poema totulada, Lo que dijo Ícaro, y más especialmente al Médico en Respondiendo al Célebre Médico ¿Hubo alas? sí señor, había alas ... ¿Heridas hubo? profundas llagas ¿Causa de la muerte? porfía arrebato libertad ¿Murió de repente? de repente de rapto de belleza ¿Hora del deceso? al ocaso a eso de la noche que llaman estrellada. ¿Hubo lágrimas? amargas señor, tan amargas. Lo que revela al poema como un post mortem, mostrando a la vez una suerte de narcisismo quizás un poco masoquista, que se da en el cumplimiento de esa fantasía de ser el testigo de la propia muerte y el efecto que tiene en los más próximos y en el mundo. Estas constelaciones de personajes centrados alrededor de los aspectos y avatares de un personaje central antiheroico pero estetizado, aparecen también en otros poemarios, a veces en guisa de interlocutores, delimitando y cualificando el yo poético en un obsesivo autoexamen. Así pasa en Fragmentos del tatuado, donde la madre, el padre, el Ojonauta, el amigo, la mariposa y la poesía son interlocutores que en un contrapunto dialógico van explorando junto al emisor poético sus alternativas existenciales. En Los ángeles prohibidos del amanecer se recurre a la personificación para ir delineando esta figura central para herioca: Del Temor, De Tu Retrato, Del Sueño, De la Indolencia, Del Delirio, De la Soledá, De la Paraplejía, Del Valle, Del Cerro El Plomo, Del Carnaval, etc., elementos que comprenden lo objetivo, lo calificativo, lo anímico, estados físicos, eventos y actividades, que proceden de diversos registros semánticos, y que desde el punto de vista del sujeto, no esta vez de los otros personajes (testigos), ayudan en este proyecto o tarea de delimitar la figura del yo, sus cualidades y acaeceres, lo que padece y lo que origina esta identidad fluctuante y empecinada en un autoconocimiento con matices narcisistas, sensuales y masoquistas y, por así decir su esencia y sus manifestaciones.

Friday, October 3, 2008

Pobreza en Toronto

Gabriela Etcheverry Zumbidos imprecisos de humanidad me retienen sin dejarme avanzar Más allá de la indiferencia de altos edificios y gritos de sirenas se elevan inútiles las plegarias de los afligidos El ave de rapiña proyecta y multiplica su sombra en hileras de ventanales-espejos que protegen las riquezas de unos pocos Esquivo los vahos pestilentes de millones de tubos de escape El aullido lejano de la mujer-loba me incita a dejarlo todo a perderme en el monte sin volver la vista atrás. Presiento más que veo el paso ágil el rápido andar de los que nunca se detienen los que pasan y miran por encima de la muchedumbre más visible el traje que ellos mismos empuñando firme el maletín de cuero que los separa de nosotros. Aquí en la calle quedan los que no tienen casa ni nombre Aquí sólo se detiene el que estira una mano limosnera el que se agacha rebuscando en los tarros de basura el que vive con el grito de alarma incrustado en el cráneo El olor a pan rancio de tus calles me marea Mi andar se hace lerdo y pesado tropiezo y caigo casi encima de la mujer todavía joven, todavía bella enrollada en el grasiento saco de dormir adosado al muro buscando el calor de vapores malolientes que suben de subterráneas estaciones de trenes sin destino. La mujer estira una mano todavía sonrosada y abre su boca desdentada para pedirme pan para pedirme la plata y la piedad que no tengo y veo pegado a mi cara el ojo de rapiña que me acechaba desde arriba.

Wednesday, October 1, 2008

Asomándonos a La fuga de Muerte de mi madre, en Tala

Jorge Etcheverry Trabajo leído en una jornada sobre Gabriela Mistral que se realizó en la sede de la UNAM en Ottawa/Gatineau Esta ponencia consta de un intento de análisis textual y de ciertas aventuradas especulaciones. En una trabajo, hace algunos años, Jean Franco daba testimonio del efecto que siente el lector contemporáneo frente a la poesía de Gabriela Mistral: “Es difícil hoy en día releer la poesía de la Mistral sin cierta molestia”, afirmaba, y luego de insinuar ciertas explicaciones, decía que “Hay que cruzar esta distancia sin embargo”. En la tarea de leer Tala, como la de leer cualquier poema u obra literaria, nos encontramos frente a una re-presentación, que a la vez nos muestra una objetividad ‘ante los ojos’ y se nos revela, por ese ‘re’ antepuesto a la palabra ‘presentación’, como un objeto que se anula a sí mismo en la mostración de ‘la realidad’ o del ‘mundo’, y que retrocede de manera variable desde el primer plano en la atención del lector como objeto en una página y formado de palabras, para convertirse en marco o soporte del mundo y la objetividad que re-presenta, instaurando entre el así llamado mundo, la así llamada realidad, distancia; mediación y mediatización. Así como no hay conocimiento sin representación, tampoco hay arte, ya que ambos nacen en primera instancia en la oposición espectador-espectáculo; objeto y sujeto de conocimiento, etc.. Sin esa contraposición entre espectador y espectáculo sólo se existe en la ansiada unidad no consciente o extraconsciente de la cosa y el místico, que existen respectivamente en la unidad del antes y después de la escisión entre realidad y representación en que se instala la conciencia humana. Toda particularidad que el lector o espectador percibe en un texto literario, obra plástica, ensayo, etc, se supone que es fruto de la manipulación de un ‘creador’, percibido y presupuesto como origen de la obra. Estas distorsiones respecto a la norma en sentido de normalidad son el ‘distanciamiento’, es decir un manejo de los elementos materiales al interior de esa obra que forma parte de ese ‘mundo alternativo’ que se nos opone desde su no existencia, porque al negarse como objeto da paso a lo otro, a esa realidad y mundo cuyas objetividades y procesos representa, y cuyo sentido entrega. Jean Franco continúa, citando esta vez a Jaime Concha, que ha señalado que hay en la Mistral “un empeño sostenido de desmodernización”, que el crítico chileno vincula con una “alta valorización de la literatura oral y folklórica”. Luego menciona que “como han señalado muchos críticos, la mujer mistraliana se sitúa en una región atemporal o premoderna”. Pensamos que es posible ‘desmontar’ de alguna manera las piezas que al interior del ‘universo poético’ mistraliano puede dar pie a éstas y otras percepciones. II La fuga Madre mía, en el sueño ando por paisajes cardenosos: un monte negro que se contornea siempre, para alcanzar el otro monte; y en el que sigue estás tú vagamente, pero siempre hay otro monte redondo que circundar, para pagar el paso al monte de tu gozo y de mi gozo. Mas, a trechos tú misma vas haciendo el camino de burlas y de expolio. Vamos las dos sintiéndonos, sabiéndonos, mas no podemos vernos en los ojos, y no podemos trocarnos palabra, cual la Eurídice y el Orfeo solos, las dos cumpliendo un voto o un castigo, ambas con pies y con acentos rotos. Pero a veces no vas al lado mío: te llevo en mí, en un peso angustioso y amoroso a la vez, como pobre hijo galeoto a su padre galeoto, y hay que enhebrar los cerros repetidos, sin decir el secreto doloroso: que yo te llevo hurtada a dioses crueles y que vamos a un Dios que es de nosotros. Y otras veces ni estás cerro adelante, ni vas conmigo, ni vas en mi soplo: te has disuelto con niebla en las montañas, te has cedido al paisaje cardenoso. Y me das unas voces de sarcasmo desde tres puntos, y en dolor me rompo, porque mi cuerpo es uno, el que me diste, y tú eres un agua de cien ojos, y eres un paisaje de mil brazos, nunca más lo que son los amorosos: un pecho vivo sobre un pecho vivo, nudo de bronce ablandado en sollozo. Y nunca estamos, nunca nos quedamos, como dicen que quedan los gloriosos, delante de su Dios, en dos anillos de luz, o en dos medallones absortos, ensartados en un rayo de gloria o acostados en un cauce de oro. O te busco, y no sabes que te busco, o vas conmigo, y no te veo el rostro; o en mí tú vas, en terrible convenio, sin responderme con tu cuerpo sordo, siempre por el rosario de los cerros, que cobran sangre por entregar gozo, y hacen danzar en torno a cada uno, ¡hasta el momento de la sien ardiendo, del cascabel de la antigua demencia y de la trampa en el vórtice rojo! Si nos fijamos en los elementos presentes en los poemas de Tala, nos llama la atención el carácter de alguna manera abstracto o casi podría decirse escueto, decantado, esencial, que asume la objetividad. Así por ejemplo en La fuga, que es el poema inicial de Muerte de mi madre, la protagonista anda por “...paisajes cardenosos:/ un monte negro que se contornea/siempre, para alcanzar otro monte;” versos en que vemos la gran productividad poética un elemento singular; el monte y sus variantes: “pero siempre hay otro monte redondo/que circundar, para pagar el paso/al monte de tu gozo y de mi gozo”. En esta primera estrofa se muestra la ambivalencia de este elemento: “un monte negro que se contornea” “siempre, para alcanzar el otro monte”, en que el monte es positivo, un camino hacia algo, pero a reglón seguido es un obstáculo “pero siempre hay otro monte redondo” “que circundar, para pagar el paso” “al monte de tu gozo y de mi gozo”. El monte tiene a la vez una connotación positiva y negativa. En la segunda estrofa vemos que el mundo, entendido como conjunto de objetividades, está prácticamente ausente. Sólo hay un “camino de juegos y de expolios”. Lo demás son manifestaciones de la hablante poética y del objeto del dialogo que intenta, su interpelación, que ya era fácil identificar como ‘la madre’ desde la primera palabra del primer verso del poema. Madre e hija aparecen hermanadas compartiendo las mismas instancias, ya que: “Vamos las dos sintiéndonos, sabiéndonos,/mas no podemos vernos en los ojos,/y no podemos trocarnos palabra/las dos cumpliendo un voto o un castigo,/ambas con pies y con acento rotos.” En la tercera estrofa de este poema, reaparecen los cerros con una denotación repetitiva y una connotación autorreferencial; “...los cerros repetidos”, que son una reaparición de los montes de la primera estrofa. Al ir enhebrando estos ‘cerros repetidos’, y en un proceso paralelo, se ha indo anulando la distancia con el otro elemento clave, el interlocutor (fuertemente) apelado que decíamos iniciaba la primera estrofa, identificado desde ahí en adelante como “ Madre mía”. Ya no es una entidad separada, se ha ido incorporando a la hablante: “te llevo en mí, en un peso angustioso”, proceso que se ya anticipaba al fin de la segunda estrofa. “las dos...”. En esta tercera estrofa se hacen equivaler los géneros “como pobre hijo”galeote a su padre galeote”, que son el símil de la pareja femenina formada por la hablante y la madre apelada. Esta equivalencia de los géneros implícitamente universaliza esta situación hacia un ‘género humano’ . En la primera estrofa, la distancia entre emisora poético e interlocutora apelada estaba mediada por monte tras monte. En la cuarta estrofa se vuelve al elemento de contenido mediador/mediatizador central: “ni estás cerro adelante,”; “te has disuelto con niebla en las montañas”, las que representan otra entidad ‘cerril’. Vuelven a aparecer, esta vez en singular, los “paisajes cardenosos” de la primera estrofa: “te has cedido al paisaje cardenoso”, que en su horizontalidad se contrapone con ‘monte’ y a la vez lo complementa. Más adelante, en esta misma estrofa, vemos cómo a este paisaje ‘cardenoso’, se sustituye paisaje “de mil brazos”, al fusionarse la interlocutora madre con ese paisaje, negándose al encuentro-compañía que le proponía la hablante lírica. La estrofa siguiente elabora este desencuentro, des-unidad, y en la última se vuelve a la situación inicial de la primera estrofa, enumerando sintéticamente los ‘pasos’ de la relación entre la emisora(hija) y la interlocutora(madre), elementos que se anudan alrededor de este elemento ontológico central del mundo del poema: “siempre por el rosario de los cerros”. Variantes de este elemento temático del ‘mundo’; cerro, montaña, y las variantes del mismo, en el conjunto de poemas Muerte de mi madre son por ejemplo “las dunas” (Nocturno de la consumación); “mis cerros” (Nocturno de la derrota), “la montaña”(Nocturno de José Asunción). Hay que hacer notar que, en este poema “la divina hermana/con la montaña se dormía” es de alguna manera la interlocutora madre del poema inicial de la serie, Fuga, a la que se interpelaba, diciendo; “te has cedido al paisaje cardenoso”. En ambos casos, la presencia femenina, interlocutora, madre, se fusiona con la ‘naturaleza’. En la nota a la Muerte de mi madre, Gabriela Mistral comenta sobre la muerte de su madre ‘fáctica, que “Ella se me volvió una larga y oscura posada; se me hizo un país...amado a causa de la muerta”. Siguiendo con estas variaciones de monte, tenemos ‘cuesta’, (Nocturno del descendimiento) y nuevamente ‘cerro’. El simbolismo del cerro como encuentro entre tierra y cielo, como comunicación con la deidad, es conocido. Muchas son las versiones de cerros, montañas, pirámides, etc. que aparecen y vuelven a aparecer en diversas mitologías, religiones, poéticas, recordemos Le mont analogue de Daumal, etc., y aquí se justifica la aparición de este elemento concreto pero a la vez mítico, ya que este conjunto de poemas versa sobre la muerte de la madre y la relación del hablante con una deidad que es su versión del Dios bíblico, ya que la autora dice en la nota ya aludida que al escribir estos poemas, estaba “en una larga crisis religiosa”. Básicamente, en el poema inicial y central de la serie, Fuga, se describe una situación de búsqueda de plenitud, de unión, o de re-unión de la emisora (hija) y la interlocutora (madre), en una culminación figurada en “el monte de tu gozo y de mi gozo”. Una segunda etapa se abre en la segunda estrofa, en que emisora e interlocutora se unen en la falta de unidad “vamos las dos sintiéndonos, sabiéndonos,/mas no podemos vernos en los ojos,/y no podemos trocarnos palabra” . En la tercera estrofa, se ofrece otro estadio de la relación entre ambas presencias poéticas, la de una especie de fusión ambivalente “te llevo en mí, en un peso angustioso/ y amoroso a la vez”....”las dos cumpliendo un voto o un castigo” La emisora abre el poema apelando a un interlocutor: “madre mía”, siguiendo, “y que vamos a un Dios que es de nosotros”, que es como la llegada a una plenitud de reunión equivalente “al monte de tu gozo y de mi gozo” de la primera estrofa. Este poema es sobre la búsqueda persecutoria de la emisora, o hablante poético, si se prefiere, en su deseo de interlocución con la madre, que huye, de ahí el título La fuga. Esta búsqueda implica un deseo de una plenitud que se quiere intercambiable e igualitaria entre ambos términos, buscadora y buscada, amenazada por la fusión de ambas personas o la desaparición de una de ellas, lo que destruiría la equidad o equilibrio de la relación,. Por así decirlo, se plantea el problema de la mantención de la identidad, que creemos se concibe aquí como una entidad fluida y precaria. Las etapas de la relación entre la emisora hija y la ausencia/presencia de la interlocutora madre se van dando en las estrofas y parecen agotar las posibilidades de la relación: En el primer verso, la emisora deja en claro a la interlocutora de que se trata de una búsqueda que se efectúa en el ámbito alternativo del sueño: “Madre mía, en el sueño”. La relación entre ambas no puede darse de otra manera que como un diálogo, y así parece anunciarlo de partida la emisora, que nos informa—y a la madre interpelada-- que esta relación orientada hacia el diálogo se da como una búsqueda o persecución de la segunda en el sueño. Esta apelación a la interlocutora madre inicia un diálogo en el aquí y ahora, lo que de algún modo tiende a anular la distancia entre ambas. Aunque en esta estrofa y las siguientes se agotan las posibilidades del no encuentro, éstas se dan en el ‘ámbito alternativo’ del sueño, y el hecho de podérselo decir a la ‘madre’ en el ‘mundo real’ aminora la separación/distancia entre ambas mujeres y anuncia la posibilidad de un diálogo. En la primera etapa, que vemos desenvolverse en la primara estrofa, emisora e interlocutora aparecen mediadas por los montes. La emisora busca. La interlocutora retrocede, pero lo hacen en el mismo nivel de montes, en el mismo por así decir territorio, lo que manifiesta así una cercanía relativa entre emisora e interlocutora: pero siempre hay otro monte redondo que circundar, para pagar el paso al monte de tu gozo y de mi gozo En la segunda estrofa se trata de una búsqueda de alguna manera conjunta, ya que “vamos las dos sintiéndonos, sabiéndonos”, pero la mediación se mantiene, no se anula la distancia, ya que la emisora expresa “mas no podemos vernos en los ojos,/y no podemos trocarnos palabras,”. De algún modo ésta es una búsqueda mutua, ya que van “las dos cumpliendo un voto o un castigo”. En la tercera estrofa se trata de otra etapa o estadio: de la búsqueda conjunta se pasa a la incorporación de la interlocutora (madre) al ‘yo’ de la emisora (hija): “Pero a veces no vas al lado mío;/te llevo en mí, en un peso angustioso”, además de que “vamos a un Dios que es de nosotros”. De alguna manera se insinúa la amplificación o trasmutación de la interlocutora-madre en ese “Dios que es de nosotros”, que ocupa el lugar de la madre interlocutora como objeto de la búsqueda. En la cuarta y quinta estrofas se delimita la siguiente etapa de la relación: “Y otras veces ni estás cerro adelante,/ni vas conmigo, ni vas en mi soplo”. La interlocutora se sume en el mundo “niebla en las montañas”, “paisaje cardenoso”, frente al cual se yergue la emisora hija como unidad separada, desprendida y proveniente de una manera negativa de la interlocutora- madre que es el todo (cercana a una concepción mítica de la madre tierra), ya no más formando con ella un “nudo de bronce ablandado en sollozos”, “como en dos medallones absortos”. Y podemos preguntarnos: ¿Quién es este Dios?.- Todo lo que se nos aparece por delante, el “ser ante los ojos” como diría Heidegger, de lo ahora recién conocido pero que al momento de conocer en la representación postulamos como preexistente a la misma, que es este mismo poema, el friso del queconstituye la primera urdimbre, y que el lector desarrolla como un escenario, mundo, formado por estas entidades platónicas, escuetas y esenciales. En la quinta estrofa se da la etapa del peor escenario posible de esta relación, ya que la interlocutora madre, o mejor, interlocutora potencial, rompe, por su desconocimiento de la búsqueda, la posibilidad de dialogo y se resuelve así como siendo no una interlocutora, sino como interpelada, ya que la emisora dice “O te busco y no sabes que te busco”. Esto anula la posibilidad del paso de la relación – búsqueda a la inter-locución, que se había planteado como el sustrato mismo del poema. Entonces, la emisora hija se hunde en la emisión poética, en la demencia de la que va “hablando sola”: “hasta el momento de la antigua demencia”, final de la estrofa cinco. Como afirma la autora en la Nota a Muerte de mi madre, “El tremendo viaje acaba en la esperanza de las Locas letanías y cuenta se remate a quienes se cuidan de mi alma y poco saben de mí desde que vivo errante”. Ahora podemos volver al título. La fuga privilegia claramente no al que persigue sino al que se sustrae, no a la perseguidora sino a la perseguida. No a quien está parada al frente del friso que el poema produce y anuncia, sino a la entidad numinosa madre- Dios, que se enfrenta a ella de la manera en que el sueño y el poema se enfrentan al espectador como el ámbito de los valores y del sentido. Por otro lado, la relación entre la emisora y la posible interlocutora se debe mantener a nivel del encuentro de dos identidades, lo que da equidad a la relación, pero que como se ve es frágil y las entidades son inciertas. La identidad se manifiesta no como algo dado, sino algo que requiere esfuerzo y que se desdibuja, ya que existe la posibilidad de la fusión entre ambas interlocutoras y la inmersión de la interlocutora en la numinosidad y la naturaleza. Esta fluidez de la identidad se da en un ámbito cultural colonial/neocolonial, Chile en Latinoamérica, que no pasó por una etapa moderna en un sentido europeo, en que no se desarrolló una identidad/subjetividad en el sentido occidental por la falta de un sustrato infraestructural ‘capitalista’ moderno burgués, ámbito cultural que sin embargo pertenece al ‘occidente’ y cuya ‘identidad’ problemática, más allá o más acá de los componentes etnoculturales, se puede explicar por el proceso de dependencia que no permitió el desarrollo de la base social, la burguesía en sentido europeo, para la reproducción de la identidad europea, existente sin embargo implícita e indudablemente como un mandato o supuesto cultural de la empresa primero colonial y luego neocolonial.

Thursday, September 25, 2008

CONVOCATORIA AL ENCUENTRO INTERNACIONAL DE SOLIDARIDAD CON BOLIVIA

Minga Informativa de Movimientos Sociales CONVOCATORIA AL ENCUENTRO INTERNACIONAL DE SOLIDARIDAD CON BOLIVIA Santa Cruz, Bolivia, del 23 al 25 de octubre del 2008 ¡QUIEN SE LEVANTA CON BOLIVIA Y EVO SE LEVANTA POR TODOS LOS PUEBLOS Y PARA TODOS LOS TIEMPOS! 1. Los habitantes dignos de este continente Abya Yala (América) venimos luchando desde hace siglos por restablecer el SUMAK KAWSAY (Vivir Plenamente) que nos fue arrebatado por los invasores y colonizadores de turno. En todas las épocas asesinaron a los dirigentes dignos, usurparon las riquezas de los pueblos y en el colmo de su codicia violentaron todos los derechos humanos y los de la Pachamama, con la complicidad y encubrimiento de miembros de las jerarquías religiosas que pactaron con el poder político y económico en cada época de la historia. 2. Luego de 516 años los neo invasores y conquistadores pretenden hacer abortar el nuevo parto libertario en América Latina, es así que retornan los descendientes de los asesinos y usurpadores con sus políticas neoliberales provocando nuevos genocidios y latrocinios. 3.El Imperialismo norteamericano y sus aliados los sectores oligárquicos en Latinoamérica pretenden detener los procesos de liberación en países como Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Nicaragua, entre otros; es así que los opresores se quitan los ropajes de ovejas, para mostrar en plenitud sus fauces de lobos rapaces dispuestos a salvar por todos los medios su caduco sistema político, económico, social y cultural. Bolivia ahora es el blanco de la mayor ofensiva de estos sectores que se creen dueños y señores del mundo, y que intentan apropiarse de manera permanente del agua, gas, petróleo, tierra que pertenecen al pueblo boliviano. 4. En Bolivia los grupos que conforman la denominada “media luna”, que son grupos fascistas cívico-prefecturales, descendientes de aquellos que sirvieron a Hitler en su proyecto de muerte y luego de la derrota en la segunda guerra mundial, huyeron a varios países entre ellos a Bolivia, no pueden comprender que llegó la hora de que lo robado debe ser devuelto a sus legítimos dueños. No pueden soportar que en Bolivia, por primera vez en la historia de Latinoamérica, el pueblo eligió como Presidente con más del 53% de la votación al Hermano Aymara Evo Morales Ayma, a aquel que es el heredero de la rebeldía de Tupac Katari, Bartolina Sisa, Tupak Amaru y del Che Guevara; un hombre que fue parido por la Pachamama y forjado en la insurgencia social a la luz del fuego milenario de la sagrada hoja de COA; que convocó a una nueva Asamblea Constituyente y triunfó con limpieza y dignidad todas las batallas; que lucha por una auténtica Reforma Agraria en un país en el que más del 80 por ciento son pobres y que le ratificaron como Presidente de la República en el referéndum del 10 de agosto con el 67,4%; que nacionalizó los recursos estratégicos como el petróleo y el gas natural; que implementó medidas sociales solidarias para favorecer a los más desprotegidos; que con una actitud digna expulsó al embajador de Estados Unidos en la Paz Philip Goldberg por conspirar contra la soberanía de Bolivia y no respetar el derecho a la auto-determinación de los pueblos; entre otras medidas que dan cuenta de su compromiso irrenunciable de servir al pueblo que ahora lo ratifica como Presidente. 5. Estos sectores antidemocráticos, al encontrarse derrotados y en medio de una total desesperación por mantener sus privilegios, iniciaron el plan divisionista por las autonomías en Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando, y con el grupo terrorista denominado “juventud cruceñista”, implementan una nueva fase de su PLAN GOLPISTA mediante las tomas de instituciones públicas, y en su afán de desestabilizar al gobierno legítimo del Presidente Evo Morales MASACRAN Y ASESINAN a decenas de indígenas y campesinos desarmados en Porvenir (Pando), mismos que por su lucha se suman a los miles de héroes y mártires que ofrendan su vida por la recuperación definitiva del Sumak Kawsay en nuestro continente. 6. Ante estas situaciones, en nombre del grito amoroso y rebelde de la Pachamama que clama por justicia, de las mujeres y hombres dignos que aspiramos a dejar a nuestros hijos e hijas un planeta en donde vivamos la fraternidad universal, mediante el ejercicio del derecho a una vida digna, el derecho a la auto-determinación de los pueblos y el respeto a la convivencia intercultural y plurinacional; por un mundo justo y fraterno convocamos a todas las organizaciones indígenas, afroamericanas, campesinas, obreras, de mujeres, movimientos sociales, estudiantiles, redes, intelectuales, personalidades, amigas y amigos de las causas revolucionarias, AL ENCUENTRO INTERNACIONAL DE SOLIDARIDAD CON BOLIVIA a llevarse a cabo del 23 al 25 de octubre del 2008 en Santa Cruz de Bolivia, para unir nuestras fuerzas y corazones, y juntos testimoniar al mundo que BOLIVIA NO LUCHA SOLA. Por ello nos unimos al Presidente Evo Morales y hacemos nuestras sus palabras: “Muchas veces me equivocaré, quien no se equivoca alguna vez, pero en la lucha contra la colonización neoliberal, jamás me equivocaré, jamás les traicionaré” (Evo Morales, Umala 3 de mayo 2008) Convocan: * onfederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador ECUARUNARI - Ecuador * Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE -Ecuador * Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC * Consejo de Todas las Tierras - Chile- * Movimiento Sin Tierra - MST- Brasil * Vía Campesina - Brasil NOTA: Adhesiones a la convocatoria y mayores informes a: - agenciaplurinacional@yahoo.com - todosconbolivia@yahoo.es - Teléfax ECUARUNARI: 00593 2580713 - Teléfono ECUARUNARI: 00593 2580700

Thursday, September 18, 2008

Lo que fue una feria. Nota o apunte para un diario

Jorge Etcheverry Recientemente se llevó a cabo la primera feria del libro latinoamericano en Ottawa, y me imagino que se trata de la primera en Canadá. Este evento cultural llevó el título de Primera Feria del libro Salvadoreño y Latinoamericano y fue organizado por ASCORCAN, la asociación de salvadoreños de la región de Ottawa, capital del país. La feria se desarrolló en el marco del festival de verano salvadoreño de este año. Esta exhibición y venta de libros combinada con recitales fue inaugurada por Laura Ávalos, joven salvadoreña nacida en Canadá, presidenta de ASCORCAN y licenciada en Desarrollo Internacional, que además condujo este evento con mano de seda pero con cronómetro. En las palabras iniciales que me pidieron decir, como poeta antiimperialista y embajador en Canadá de Poetas del Mundo, mencioné a otra feria en Roma hace unos años, que formaba parte del Incontro Internazionale di Roma; un Altro Mondo è Posssibile, porque allí estuvimos detrás de una mesa con Julio Torres-Recinos, poeta y narrador salvadoreño, coautor de la antología Retrato de una nube, de narradores de habla hispana en Canadá. Él no pudo llegar a Ottawa desde la remota Saskatoon, donde enseña, pero que nos hizo llegar sus libros. Comparé el contexto de ambos eventos y remarqué el carácter pionero de esta iniciativa salvadoreña de Ottawa a nivel cultural, comunitario y porque no decirlo político. En esta feria, además de las tradicionales y ortodoxas mesas de exposición, hubo lecturas que congregaron a poetas y narradores que viven en Canadá provenientes de diversos países latinoamericanos, como Ramón de Elía, de Argentina, cuentista, poeta y realizador cinematográfico, ganador en 2004 del concurso Nuestra Palabra; Ramón Sepúlveda San Martín, chileno, uno de los fundadores de Ediciones Cordillera, publicado en Canadá, República Dominicana, México, Estados Unidos y Chile. Un hecho interesante que hay que señalar fue la abundante presencia de autores de Montreal, que testimonia el desarrollo de la cultura hispánica en la ciudad. Aparte de Ramón de Elia, nos visitó Lady Rojas Benavente, catedrática peruana de literatura y estudios culturales hispanoamericanos, que presentó su último libro de poemas bilingue Étoile d’eau/ Estrella de agua, de 2006. De allá vino también Yolanda Duque Vidal, de Chile, con 5 libros de poemas publicados, ganadora del Primer Premio Dra. Fanny León Cordero en Quito, Ecuador, y editora de la editorial Alondras. El último montrealense fue David Castro Rubio, también de Chile, poeta bilingüe, antologado en EEUU, Canadá, Inglaterra y Perú y autor del libro de poemas, CLEO, publicado en 2003. La literatura chilena en Canadá ha visto en años recientes el surgimiento de una nueva oleada de escritoras. Gabriela Etcheverry, prosista y crítica chilena, promotora cultural y cofundadora con Ramón Sepúlveda, de la Red Cultural Hispánica, es autora de la novela Latitudes, y en esta ocasión leyó el cuento ganador del primer premio en el ya mencionado concurso de cuentos en español Nuestra Palabra, versión 2008, que se convoca todos los años en Canadá. Otra narradora chilena de Ottawa, ganadora del segundo premio en 2006 y de una Mención Honrosa en 2007, es Anita Junge-Hammersley, publicada en la antología Canto para un prisionero, de la Editorial Poetas Antiimperialistas de América, y que en esta ocasión leyó una de sus narraciones de Retrato de Una Nube. Hubo varios autores salvadoreños, Julio Torres-Recinos, ya mencionado, el narrador Oscar A. Tobar y Paul Fortis, poeta y narrador, que no pudieron estar presentes, pero que nos hicieron llegar sus saludos y sus libros: Desnudos en el parque, de Paul, las Crónicas de Barahona, Cien años de humor, pasión y violencia, última obra de Oscar y Fronteras y Hojas de aire, los dos últimos poemarios de Julio.. Quien sí estuvo presente fue el narrador Jesús Aníbal Ávalos, que guarda y transmite con maestría las consejas de su pueblo natal en La historia del mundo y el éxodo de los inocentes. Otro narrador que se hizo presente fue el colombiano Luis Molina Lora, compilador con Torres-Recinos, de ese Retrato de una nube. Primera antología del cuento hispano-canadiense, un libro recientemente publicado que es un hito de la literatura en español en Canadá. También proviene de Colombia Antonio Aragón, escritor, periodista y educador, autor de Loa a la aflicción o de la muerte de una poetisa, publicada en España y ganador del premio Psyco Tau de Novela con su novela Humanum. Antonio anunció al presentar su lectura que su tercera novela, en preparación, será en inglés. Lou Reeves fue el único lector anglófono de la feria, aunque este poeta nativo de Ottawa puede rastrear sus orígenes hasta una madre mexicana. La presentación que nos entregó el conocido intérprete y poeta guatemalteco Tito Medina versó sobre la equivalencia que hizo del calendario maya al calendario gregoriano, que ya lleva cuatro ediciones en Guatemala y que lo ha hecho merecedor a un título honorífico en antropología. La intervención de Carlos Pérez, poeta venezolano bilingüe, fue doble, ya que además de leernos de su libro en inglés Cañaverales, condujo una mesa redonda centrada en el tema de la formación en Ottawa de un colectivo bolivariano de artistas y activistas culturales, iniciativa que fue acogida con gran entusiasmo. Lo que permite distinguir a esta feria de las que se realizan habitualmente en Canadá fue la adición de elementos como la música, entregada por la intérprete venezolana Nubia Cermeño, conocida como la voz latinoamericana de Ottawa, por el joven intérprete quebecoise Sebastián Lemay y por el magistral grupo de Soul Jazz Latino compuesto por Balán, Raymundo y Salomón. También estuvieron presentes en esta feria del libro las artes visuales, a través de la obra de los artistas Diego Parada y Víctor Fuentes, salvadoreños; Dinorah Catzalco y Adelina, mexicanas y la autora chilena Anita Junge. La disposición de los espacios de este evento dio la posibilidad de que, mientras autores y artistas ocupaban el podio al frente de una audiencia que escuchaba sentada en sus butacas y flanquados por las pinturas colocadas en atriles, otro público podía recorrer las mesas y hablar con los autores que alli exponían su obra, como los ya mencionados Jesús Aníbal Ávalos, Lady Rojas Benavente, Carlos Pérez, Ramón de Elia, que expuso The Apostles Review, revista de prosa que pese a su título publica principalmente a autores neocanadienses de la cuenca del plata, según algunos, y por tradición la mejor prosa de América Latina. También expusieron sus libros Yolanda Duque Vidal, Luis Molina Lora y el autor de esta nota. La revista Mapalé mostró, junto a los cuatro números de su revista, excelentemente producidos, los libros de la narradora chilena Camila Reimers y los del autor húngaro-argentino Pablo Urbanyi, que llegó a firmar su último libro. Mapalé hizo además una muestra fotografica de lo que fue esta feria, que se puede ver en http://www.artemapale.com/FeriaDelLibroOttawa2008 La nueva revista Visión Latina, iniciativa de periodistas salvadoreños locales y cuya presencia hacía falta, se hizo ver junto a la editorial Split/quotation-La cita trunca, que ha publicado a bastantes autores latino-canadienses, entre ellos a Claudio Durán, que pese a estar en el programa no pudo asistir desde Toronto a leer de su libro La infancia y los exilios/Childhood and Exile. También estuvo en una mesa el Taller Cultural El Dorado, con variados volúmenes, entre ellos los libros de Luciano Díaz The Thin Man and Me y de Arturo Lazo Soledad y Olvido/Solitude and Oblivion. Además, esta mesa expuso los libros de aquellos autores que no pudieron asistir. ASCORCAN y SalvAide, esta última una ONG canadiense que apoya proyectos en El Salvador, tuvieron también sus respectivas mesas, y es simbólico que haya estado allí presente con una mesa el autor Rob Mclennan, ya que este reconocido poeta canadiense es el pionero en Ottawa de las ferias trimestrales de editoriales pequeñas y el gestor de iniciativas de contacto y comunicación virtual de estas editoriales a nivel de todo el país. Si tuviera que decir qué hizo especial a esta feria, la primera en su género, junto a los elementos anteriores ya mencionados de la plástica, la lectura y la música, tendría que mencionar la presencia de la cocina salvadoreña y de la regada recepción bailable del final, que se inició tan pronto como Ana Gladis Méndez entregó sus palabras de cierre del evento, en las que estableció la conexión entre la cultura latina en Canadá, en gran parte de origen exilado, con los procesos de cambio por los que atraviesa América Latina y con la inminente elección en El Salvador, que puede agregar a Mauricio Funes al creciente número de mandatarios de regímenes progresistas en el continente americano. De hecho, alguien pasó por las mesas y se acercó a los autores incluidos en Retrato de una nube, para que firmaran dos libros, uno para ser enviado al presidenciable Mauricio Funes y otro al candidato a vicepresidente Salvador Sánchez Cerén

Sunday, September 14, 2008

"...Y me quitaron Septiembre..."

Nieves Fuenzalida Ponía mi bandera y una rosa en mi ventana azul. ...y me quitaron Septiembre ... Encumbraba volantines azules que volaban libres en un cielo azul. ...Y me quitaron Septiembre ... Veí a cómo brotaban las amapolas azules en la construcción de la vida. ...Y me quitaron Septiembre... Pero sé de otros Septiembres donde en mi ventana azul pondré mi bandera y mi rosa azul. ...Y no me quitarán Septiembre... Ottawa, Ontario, 13 de Septiembre, 2008

Saturday, September 6, 2008

Midas

El gran mago que todo lo convierte en mierda. El Gran País del Norte. Regido por una casta de cristianos renegados y delirantes que sirven al Becerro de Oro y preparan el Apocalipsis. Toda una sociedad se vuelca hacia la Industria de Guerra. Su música popular. Sus entretenciones. Su violencia. El derramamiento de sangre. La usura en sus formas más grotescas diezma poblaciones. Aniquila culturas. Corrompe continentes. Agota recursos. Degrada el medio ambiente. Propaga en los países ocupados el evangelio de la corrupción y el fraude. Sigue la palabra corrupta de las más viles interpretaciones de un libro sagrado. Convierte a Cristo en un payaso. Deambulan por los pasillos de la Casa Blanca con pasos esquizofrénicos. Los putrefactos lóbulos frontales o hemisferios cerebrales escindidos. Claman el holocausto purificador del Armagedón con el hemisferio derecho. Mientras la Otra mano esgrime la regla de cálculo. Cuantifica la carne la sangre del cordero. La materia misma del mundo. En las veinte monedas de Judas.

Saturday, August 23, 2008

The Bestiary

Heather Ferguson Meditations on quotes from the Provençal Book of Beasts, early 12th century, translated by William M. Davis. (Quotes in quotation marks) 1. Cocks "The cock crows most often at vespers, before nightfall, and in the morning, before daybreak." Hush : breath rises and falls : gentle exhalation of mist. The pond darkly enfolds the dreamer. Fish glide through black depths, await their hour. Silver streaks throng and dart, brush over the sleeper. A faint blush on the rushes. Feathers gleam red and tawny. The cock flaps his wings. He catches the rim of the dawning sun and tosses it into the sky. Day is born. "And toward the middle of the night, he strengthens his voice, and sings later and clearer." Twilight. Mist settles over the pond. The water darkens and yields to silence, calm under the seamless weight ... As indigo turned to black, I thought I saw a sabre moon. Greenish staccato of fireflies. Hooting and shrieks. A pair of loons paddles by. Intersecting turbulance. Echos fill the unseizable grey of the thickened air. 2. Dragons "When the dragon finds someone sleeping, he poisons him with the tip of his tongue, while at other times he merely licks him to death." A thin ribbon flicks forth, scenting pulses. Homing in on a Morse code beamed through jungle. Reefs and beacons : moats and maidens. A waiting game. I watch the approach of this scaled life, claws scraping on raw ground. A seesaw heaving forward. Fine mosiac of hard skin, fractal fractures of green glitter, eggshells smashed underfoot. This is death: the quick flick of a black tongue, slow kisses covering me over. I dive through my dream, break through black, resurface under a pale moon. 3. Asses "The ass brays from hunger." A swayback pursues a circular course. Flesh presses against the yoke and the harness creaks in slow complaint. Gaunt ribs and small hooves. Powder chokes the air, opaque in the noon sun. Seed spills from a burlap bag. Is the world round? An edging of flour rims the stones. Evening approaches. The air clears. The ass tosses his head. The start of the journey fades from mind. "And the harder he works, the more he brays." Round and round the millstone. The earth whistles along its groove. The moon observes the dreams of men. Heavenly hosts clash in song, operatic and preordained. The ass continues apace. Around the world, clocks are wound by the beat of hooves. Cuneiform trodden in dust, a manifesto of peace. Spring arrives on time, and light finds a fleeting balance. The meek inherit the earth. The hosts struggle in blinding glory and part, divided and whole. Light focuses onto the earth with terrible purpose. The dreams of men are observed by the moon and relived the following year. 4. Wolves "When the wolf sees a man before the man sees him, he takes away his speech." In mid-summer, snow drifted down as I slept. My garden sank under soft mounds. Petals sparkled like bloodied crystal. Yellow eyes glowed in the shrubbery, waited. Mammals curled up in their dens. Slow breathing and untranslatable dreams. Goldfish circled under ice. The nights eerily bright. I traced words in the snow, clumsy and painful, as one numb to the core. Time sleeps; see how lightly it breathes, just like a child. The signs of the zodiac murmur in distant dialogue. Time shifts in and out of synch. Calendars and clocks. The earth slowly breaths. Consensus among points of light. I then saw through yellow eyes and gibbered under the stars. At full moon, chaos poured into my soul. A howl floated in night air. Newborns tumble onto snow, the white hair of age upon them. The sparkling crystals await the coming thaw. Tracks wind among the flowers. Bloody pawprints lead out of the garden. "But if the man sees the wolf first, the man takes away his strength." That night I saw a she-wolf howling under the pines. Astral lines arched through bluish air. The wolf licked my face and pawed my thighs. Green and red curtains of light brushed the earth. I drank deep from the crackling glow. Rough fur covered me over. I grew fangs. I devoured the flesh of roses and drank the blood of sunsets. I bore a cub with human eyes that recited poems at birth. A full moon and a crescent moon crossed the sky, arm in arm. We consulted the words of the prophets. Together we loped down ancient paths in search of the edge of the world. "The wolf's neck is so stiff that he cannot bend it." This wolf is old; he's lived 200 years. Feeling his age, he's on the road to Compostela. His fur sparkles with frost. Limping along, he gasps in the mountain air. The pilgrim's staff taps the ground with a steady beat. Reverberations strike the heart of the earth. An earthquake shakes China. Storm clouds roll out of the east in close formation. He asks a passer-by, how far to Compostela? Have you seen the light? Scallop shell on a pilgrim's cloak. The ridged shell radiates light, waves of foam. The Milky Way points to the sea. Can you hear the sea calling you to the edge of the world? "And whoever hunts the wolf, he leads him far from his den." Which is the hunter? The hunter's trail doubles back and loops into figure eights. The forest closes over. The universe shrinks to a stretch of woods. Yellow eyes watch from the shadows. A serpent eats its tail. The hunter approaches his own likeness. Time rewinds and life repeats. "When the wolf wishes to gain entrance to a courtyard, he walks very softly." A winter blizzard howls round a courtyard. A breeze curls under the gateway, slinking low. Snow swirls and subsides. Shadows engulf the colonnade. Yellow eyes watch as two men confer. A messenger leaves at full gallop. A scimitar moon hangs in the sky. "And when he makes a noise with his feet, he takes his foot, and bites it hard and firm, and thus takes vengence on himself." I drew my bow and shot my reflection through the heart. A numbness spread through me. A narcotic fragrance of aniseed pulsed through my veins. I fell into deep sleep. Dreams rose and fell in steady succession and flooded my heart. My torn flesh regrew as a wolf's heart. A network of pathways mapped itself in my veins. Vocabularies of howls echoed and lodged in my mind. I awoke one day in a busy city. The first snows drifted down. I grew impatient with worldly ways and headed into the woods. I denned under a sumac bush and watched it flame in the chill air. Small bunches of furry seed; feathery leaves. I picked up my pen to write till the coming of spring.

Thursday, August 21, 2008

Autores chilenos postulan a Patricio Manns al premio nacional de literatura

Omar Pérez Santiago/Leo Lobos Señores Jurado del Premio Nacional de Literatura Estimados señores Como grupo destacado de autores chilenos, integrado por poetas , prosistas y dramaturgos nacionales, luego de haber hecho una ponderación minuciosa de los creadores que están en merecimiento para ser distinguidos con el Premio Nacional de Literatura, hemos considerado, entonces, postular responsablemente, este año, 2008, al escritor, cantautor y compositor Patricio Manns, para que sea objeto de esta distinción suprema de la letras de Chile, tomando en cuenta la calidad, continuidad y trascendencia de su obra, que goza de un notorio prestigio tanto a nivel nacional como en muchos países del mundo. Esta representación de escritores estima que la obra de Patricio Manns, en su conjunto, contiene los atributos de una producción madura con una muy elevada y definida lucidez creativa y con una noble sagacidad reflexiva en su textura,. Asimismo, consideramos, en esta presentación del autor, que su trabajo literario, surge de una mirada reflexiva y múltiple de la realidad contemporánea lo que le asigna un carácter plural y sincrónico. Este cúmulo de contextos le ha permitido, por tanto, propagarse, con afecto y admiración, entre varias generaciones de chilenos, e igualmente, de manera reveladora e indicativa ha tenido un notable impacto a nivel internacional. En el mismo sentido, la naturaleza inconfundible de sus textos, con un idioma acrisolado y propio ha definido que éstas sean razón de estudio en múltiples centros de enseñanza superior de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica. Cabalmente su creación comprende diferentes géneros, desde la poesía, la novela histórica hasta la crónica periodística, atravesando el ensayo y la dramaturgia, con una treintena de volúmenes. En poesía se distinguen sus libros: Memorial de Bonanpak, Poemario y Cantología. En novela: De Noche sobre el rastro; Buenas noches los pastores, (1972); Actas de Marusia (1974); Actas del Alto Bío Bío (1985); Actas de muerteputa (1988); De repente los lugares desaparecen (1992); El corazón a contraluz (1996); Cavalieur Seúl (1996); Memorial de la noche (1998); El desorden en un cuerno de la niebla (1999); La tumba del zambullidor (2001); La vida privada de Emile Dubois (2004) y Diversos instantes del reino (2006). Por todo lo anterior es que con orgullo presentamos al escritor Patricio Manns al Premio Nacional de Literatura. Les saludan afectuosamente Omar Pérez Santiago http://omarperezsantiago.blogspot.com/ Leo Lobos www.youtube.com/watch?v=zEMhR95vnZg www.letras.s5.com/archivoleolobos.htm www.leolobos.blogspot.com www.enlasciudadesquehabitamos.blogspot.com www.triplov.com/cyber_art/Leo-Lobos/index.htm www.lalupe.com

Thursday, August 14, 2008

Sin noticias de despelotería

Jorge Etcheverry Narración publicada en Eco Latino, el periódico en español de la ciudad de Ottawa Aparte de los rumores que me llegan, ésa es la verdad. Eso les digo a mis compatriotas, los otros exiliados aquí, cuando me los encuentro en la calle por casualidad, o si me llaman por teléfono o me mandan un email. O cuando me vienen a visitar, que no pasa casi nunca. Porque no tengo muchos amigos entre los otros despeloteriotas residentes– despeloterienses, como otros prefieren–. Es que ninguno de nosotros parece muy adicto a tener amigos entre sus connacionales. Somos muy independientes, muy individualistas. De cómo el país siempre se ha caracterizado por la politización casi excesiva de sus habitantes es un misterio, ya que con justicia puede afirmarse que la política y la vida social, de relación, están muy entrelazadas. No podemos olvidar que para el areopagita lo social y lo político representan prácticamente la misma cosa, y se designan con la misma palabra: la Polis. El doctor Valverde, una de las mayores autoridades en nuestro país en el terreno de la antropología social sostiene que, justamente, la importancia de la política demuestra y corrobora ese individualismo del que hablábamos, y que nos hace parecer altaneros ante otros pueblos de la misma región, con más o menos el mismo origen étnico. Siguiendo a algunos autores americanos–no recuerdo los nombres, después de todo yo soy sólo (o era) periodista–, Valverde conecta la vida política con la ruptura de los lazos sociales primarios, es decir la comunidad, cuya base es la familia, afirmando que la vida de partido e institucional es propia de la nueva sociedad de masas. Uno podría objetar, con Bustamante, que por el contrario, la vida partidaria tiene sus orígenes en la Edad Media, es una característica de la vida feudal, premoderna, y que, si bien nosotros contamos con una capital— Candelilla—que no se avergüenza frente a las urbes europeas y americanas contemporáneas, no es menos cierto que el resto del país, salvo el puerto más importante, un par de centros mineros y uno o dos balnearios, es decididamente provincial, pueblerino, y si se quiere, rústico y salvaje. Es cierto que Valverde siempre ha vivido en Norteamérica y que los sucesos militares lo sorprendieron fuera del país. A él le gustaría que nosotros fuéramos un país moderno, aquejado por las enfermedades y malestares de las sociedades contemporáneas industriales. Pero ése es un sueño que en la medida en que disfraza la realidad, nos perjudica. A muchos les gustaría creer que somos un país occidental, como quisiera Valverde. Pero luego las consecuencias prácticas de esos sueños se dejan sentir, y ellos son los primeros en sentirse sorprendidos cuando la parte indómita, o incluso me atrevería a decir, cruel, de nuestra naturaleza, asoma la cabeza. Y el resultado es este tipo de situación: el país bajo una dictadura, la oposición fragmentada en un sinnúmero de fracciones que parecen recorrer todo el espectro político contemporáneo, una gran cantidad de gente en el exilio y el país sumido en la miseria y en la bancarrota financiera. Que la gente recurra a mí, pese a mi avanzada edad, es sólo otra muestra de nuestro carácter nacional. Yo empecé siendo marxista, allá en los lejanos días de la Universidad, pero no se puede dejar de considerar que eso fue en los 1960, cuando casi todo el mundo era por lo menos socialista, cuando los libros más leídos en el país eran los diarios y testimonios de los voluntarios despeloteriotas que lucharon en la guerra civil española y luego en las diferentes alternativas de la guerra mundial, muchas veces ofreciendo su vida en holocausto. Todo el mundo era por lo menos de izquierda en ese entonces. La gente no quiere acordarse de que ya en 1965 yo había dejado de ser un marxista ortodoxo y que me contaba en el grupo de quienes comenzaban a hacer circular las ideas de Marcusse en el país. Pero muchos se quedaron con esa idea, aunque la verdad es que no he podido ejercer el periodismo aquí, una por el idioma, ya que estoy muy viejo para aprenderlo y otra por la orientación del periodismo en estas tierras. No hay análisis de los hechos. Todo, incluso lo más absurdo, se presenta con el mismo tono. Pero la cosa es que vienen a preguntarme, o me llaman por teléfono o me mandan un email. Las únicas noticias que llegan son los rumores distorsionados de los viajeros, turistas en su mayor parte, o eclesiásticos o abogados de misiones de investigación sobre los derechos humanos. Hasta donde yo sé todos los directores de periódicos están o presos, o escondidos, y esto desde hace varios meses. No hay nada seguro. La gente ya ni sale a protestar a la calle porque a las finales, según un amigo que fue a visitar a su familia y acaba de volver, después de desahogarse un poco en las concentraciones, todo el mundo vuelve a su casa más deprimido que antes. Así es la idiosincrasia de nuestro pueblo, tan dado a los extremos que se suceden el uno al otro de la manera más repentina, del amor a los celos más violentos, de la depresión más negra a una exaltación tan súbita como incontrolada (e incontrolable, cuando la persona en cuestión está borracha, cosa bastante común entre los despeloteriotas). Es como si incluso esa característica conspirara contra las posibilidades de nuestro pueblo. El asunto es que ya no sacan nada con preguntarme, o con recurrir a las fuentes especializadas en noticias de la región. Ahora está pasando allá lo que pasa en algunos países nórdicos, o en esas republiquitas de la Europa Central que a veces se pierden de las páginas noticiosas por años enteros. No hay ningún sitio web del que yo sepa que tenga noticias frescas de nuestro país. Y que mi última afirmación vaya a mis connacionales exilados o emigrantes, o al estudioso interesado. No me molesten. Hace ya bastante tiempo que no tengo noticias de Despeloteria.

Monday, August 11, 2008

Tarde en la playa

Tarde en la playa Una narración mía del género 'negro', publicada originalmente en la revista virtual 'Cañasanta' Jorge Etcheverry Escogí un formón mediano de empuñadura de metal y lo sopesé en la mano. Luego fui al taller del viejo para buscar una rueda de huincha aisladora que había visto por ahí, de esa negra que se usa para los empalmes eléctricos. Cuando había dicho en la mañana que ella y yo teníamos la intención de dar un paseíto por la playa, alguien, alguna de las tías, había comentado "Es muy peligroso andar por ahí a esa hora. La semana pasada asaltaron a una pareja de novios casi frente a la carretera. A ella la violaron entre todos y a él lo dejaron muy mal". Pero no tenían nada que venir a decirme a mí. Yo sabía que pensaban que un señorito de la capital, que estudiaba en la universidad y estaba de visita, estaba expuesto a muchos peligros. No sabían que yo ya había tomado mis precauciones. Eché una mirada a la cocina, y a la gente reunida en la sobremesa después del almuerzo, que conversaba. Nosotros dos estábamos en el patio. Nosotros no habíamos almorzado. No es agradable caminar con el estómago lleno. Ni hacer otras cosas, si me entiende. Ella preparaba una canasta con alguna fruta, quizás un poco de salame, bebidas, huevos un par de sándwiches de queso, no me acuerdo bien, cosas así. Eso era lo que le tocaba hacer a ella siempre que salíamos a caminar por la playa. A cada uno lo que le correspondía. Yo me había decidido a las finales por el formón que era bastante largo para tratarse de un formón. La lesna y el cuchillo se habían quedado en la caja de herramientas. Se requiere bastante más habilidad para emplearlos de la que yo tenía. El sol ahuyentaba a las nubes, pero la atmósfera aún permanecía un poco húmeda y sofocante. Los pastelones de cemento del suelo todavía estaban mojados. En general, a esa hora y fuera de la estación de veraneo, la única gente que frecuentaban la playa eran en su mayoría pescadores, mariscadores y recolectores de lama. Los había visto en la playa, o sino en el mercado, innumerables veces, destripando pescados, cortándoles la cabeza, desollándolos, sacando los caracoles de sus conchas con unos alambres curvos, mientras a sus pies crecía el montón de entrañas, pellejos y cabezas de pescado, punteado de moscas que zumbaban, mientras arriba en el cielo azul, las gaviotas esbozaban círculos voraces sobre sus gorros de lana. Salimos caminando sin prisa hacia la playa. Tardamos casi una hora en llegar. Hacía un poco de viento. Ella se había amarrado el pelo rubio con una cinta roja. A mi pedido, se había sacado las medias y las había echado en la canasta. Cuando al fin atravesábamos las primeras dunas hacía más viento, pero hacía un poco más de calor. La playa se estiraba a lo largo de toda la costa, entre los dos pueblos, festoneada y a veces invadida por las dunas. Caminamos todavía un par de cuadras para estar más seguros. No se veía un alma por las cercanías. A esa hora toda la gente del pueblo debería estar durmiendo la siesta. Pero no todos. A unos cincuenta metros hacia mi izquierda me pareció ver por el rabillo del ojo unos movimientos furtivos. Me detuve a orinar mientras examinaba el contorno como a la descuidada. Decidimos quedarnos entre las dunas porque más a la orilla del mar corría un vientecillo helado. Atravesamos montañas de conchas de mariscos y patas de jaiva, cochayuyo seco, buscando un lugar propicio. El olor de las lamas en putrefacción, de las conchas marinas, llenaba el aire. Ese olor marino siempre renueva la vitalidad y es muy excitante. Respiré con ansias. En un recodo en que se juntaban dos dunas, la arena formaba como un nido, para esos tórtolos que éramos nosotros. Allí nos sentamos y comenzamos a besarnos. Aventuré una mano por su piel. Pero no estaba completamente tranquilo, no podía abandonarme. Volví repentinamente a la cabeza como si un sexto sentido me avisara. En una milésima de segundo alcancé a ver la silueta de un hombre moreno que gateaba rápidamente, a unos veinte metros y casi a los pies de una duna. "Un parejero", me dije. Al verme, adoptó una postura relajada, tendido boca arriba con un brazo doblado bajo la cabeza, a manera de almohada. No era más que un tipo que tomaba sol. Me volví con la intención de ver si había otra gente alrededor. Como a una media cuadra más atrás, pude advertir la silueta oscura de otro hombre caminaba apareciendo y desapareciendo entre las dunas. Cuando yo volví la cabeza, hizo como que se agachaba a buscar algo en la arena ¿ Un cristal pulido por las aguas? ¿Una concha? ¿Una piedra con vetas coloreadas? Yo no podía saberlo. Le hice a ella una además para que nos levantáramos. Comenzamos a desandar el camino. Logramos por fin encontrar una ubicación que nos asegurara por lo menos un panorama de la mayor parte del paisaje frente a nuestros ojos, con la espalda contra una pequeña duna. Nos sentamos. Nos besamos. Acaricié y besé sus muslos, subiendo su falda con mi rostro pegado a ellos hasta que sentí el suave aroma de su sexo. Luego ella comenzó, con gestos pausados, a soltarse el pelo. Ése era un gesto que siempre me excitaba, y ella lo sabía. Yo entretanto desenrollaba la cinta aisladora que había traído conmigo en el bolsillo trasero del pantalón, y la enrollaba alrededor de la hoja del formón, para formar una empuñadura. Nunca se sabe lo que puede pasar y había mucho movimiento furtivo alrededor. Generalmente para aplicar golpes y tratándose de un formón, es preferible la empuñadura. Si ésta es de metal, será de un metal más pesado que el de la hoja (en este caso de plomo), y tendrá más cuerpo para golpear. Al blandirla, el peso de la empuñadura doblará la hoja por sí misma, agregando fuerza al golpe. Pero al empuñar el formón por la hoja, que es de acero, de ángulos filudos, duele la mano y puede que los dedos se resbalen. Por eso es conveniente cubrirla con bastante huincha aisladora, o en su defecto, con gasa, tela emplástica o género. En último caso cáñamo, tratando de formar una empuñadura. Tiene que ser un material que no sea resbaladizo. Hay quienes prefieren golpear con la hoja, así convenientemente envuelta, alegando que la huincha o el género amortiguan el sonido del golpe y no dejan señales externas. Pero yo encuentro que es preferible golpear con la empuñadura, sobre todo cuando es de metal. La silueta anteriormente vista debía estar ahora más cerca de nosotros. No la veía, pero la presentía. O mejor la suponía. El hombre no era tan tonto como para mostrarse, corriendo el riesgo de ser visto. Y era un adulto. Si se hubiera tratado de un adolescente no hubiera resistido la tentación de asomar un largo y delgado pescuezo sobre las dunas, atisbando con sus febriles ojos orlados de ojeras. Pero se trataba de un hombre con experiencia, por su sinuosa manera de reptar, por su contención hasta las finales del espectáculo, y por su persistencia y aplomo al sentirse sorprendido. Pero había cometido un error garrafal. O se estaba poniendo viejo. Yo veía su sombra que se proyectaba por detrás de una duna situada al noroeste nuestro, mientras la besaba. Hay otro indicio que me permite asegurar que se trataba de un perito en la faena: La primera vez que un novato se encuentra sorprendido, se avergüenza y huye. Este tipo se había quedado donde mismo, y su actitud al pretender tomar sol en un terreno que bien se veía que no era el apropiado, y en una tenida absurda, era de una tranquila mofa, incluso de franco insulto y desafío. Si yo lo interpelaba, (a nadie en su sano juicio se le ocurriría hacerlo), sabría que tiene todas las cartas en la mano, porque las parejas recorren la playa buscando la clandestinidad y tiene que pagar su tributo. Sé de quienes se hacen los desentendidos y consuman su amor, a veces ante decenas de ojos. Por otra parte, he sabido de sujetos que han llegado hasta el chantaje, --si la señorita es de una buena familia conocida en la zona--. Por lo tanto, le indiqué a ella, sin mover casi los labios, mientras la besaba, que no diera a entender que habíamos visto al sujeto, y cuando finalicé el largo beso, ya tenía hecho mi plan. Ella caminó unos pasos hacia la derecha y empezó despacito a bajarse el cierre del vestido, como si fuera a desvestirse. Yo, sin hacer ruido y empuñando el formón por la hoja repté como un reptil hacia la duna detrás de la que se ocultaba el hombre. Subí en cuatro pies hasta cima, cuidadosamente. Ella ya estaba en calzones. Con ademán púdico se cubrió los pechos. Era de esperar que el hombre no se hubiera dado cuenta, porque era como anunciarle que lo habíamos descubierto. Una niña que sabe que no la están mirando no se cubre los pechos. Avancé más rápido, empuñando el formón por la hoja envuelta en la cinta negra. No era necesario tomar precauciones extremas: el fulano no se esperaba mi proceder, y era seguro que la miraba embelesado tratando de no perder detalle de ese festín visual. Al llegar a la parte superior de la duna, levanté por accidente algo de arena con la mano en que llevaba el formón. Inmediatamente me eché boca abajo inmóvil, esperando que el hombre no hubiera lo advertido. Pero entonces me pasó un accidente que resultó providencial. Me raspé la frente con una piedra (o roca) que apenas sobresalía de la arena. No la había visto por su color blanco, que la mimetizaba. Quizás era de cuarzo. Si hubiera estado en otras circunstancias, me habría detenido a admirarla. Si me hubiera desplazado algunos centímetros más hacia la izquierda, me habría abierto la cabeza como una sandía y ya no estaría relatándoles esto. Ahora al pensarlo, se me encoge el corazón. Pasé momentos de angustia y sudé copiosamente mientras extendía la mano hacia la piedra: si era una roca de la que sobresaliera tan sólo ese pedacito y su masa oculta por toneladas de arena era por ejemplo el pico de alguna antigua formación rocosa, no tendría la menor posibilidad de éxito al pretender levantarla y menos manipularla. La parte que sobresalía no excedía en volumen o peso a un adoquín común y corriente, de esos que aún se usan para empedrar las calles. Ahora, fiel a las instrucciones que le había musitado, ella se bajaba lentamente los calzones. Por un momento yo también me dejé absorber por el espectáculo. Una gaviota pasó graznando sobre mi cabeza y me sacó de mi contemplación. Me alcé de rodillas con la piedra en vilo. Abajo, en cuatro pies, en mitad de la duna, el individuo observaba, protegido, él creía, por un montón de lama seca. La piedra se estrelló sobre su cráneo que se abrió con un crujido seco, como un ladrillo que cae sobre un piso húmedo, de tierra. A su lado cayó el formón, que había dejado caer sin darme cuenta. Entonces ella vino a ver, con los grandes ojos azorados, y desnuda. El sol parecía mojar su cuerpo bronceado de largos miembros natatorios. Sus ojos glaucos brillaban como dos pequeños charcos, al sol. "Agáchate", le dije, "te pueden ver de todas partes". De la cabeza rota del hombre casi a sus pies manaba una sangre espesa, tirando a granate, que se arrastraba penosamente por la arena, que la absorbía. Bajo el sol, que la coagulaba, iniciando perpetuos cursos murientes como de lacre caliente. Ella miraba paralogizada. No tuve más remedio que tomarla de un hombro y lanzarla de espaldas contra el suelo, para que no la advirtieran. Pero de repente me comencé a sentir muy excitado. Intenté abrir sus piernas pero parecía nerviosa y las apretaba. Mientras yo forcejeaba, moscardones y tábanos zumbadores comenzaban a congregarse en, sobre, y alrededor de la cabeza del hombre que yacía a unos pasos. Después de intentar penetrarla por unos instantes, desistí. Sus miembros parecían los de una muñeca de goma. Era claro que ella no iba a poder hacer el amor en esas circunstancias. "Vámonos de aquí", me dijo mientras fruncía la boca a punto de llorar. Le indiqué imperativamente que primero fuera a buscar su ropa que se distinguía en un montoncito vaporoso al pié de una duna. En el momento en que se levantaba vi a la segunda silueta aparecer a unos cincuenta metros de nosotros. Con pavor, traté de ocultar el cadáver con mi cuerpo, lo que era difícil, ya que era más voluminoso que yo, y me manché de sangre la manga de la camisa. Afortunadamente, el otro hombre no se dio cuenta, pues la estaba mirando a ella, erguida primero, inclinándose después a la vera de la duna en procura de su ropa, resplandeciente en su desnudez, como una estatua de marfil, con una pátina apenas doraba. Tomando lentamente una prenda después de otra, volviéndose a agachar en procura de una zapatilla que se le había caído. El hombre ya me había visto antes, con ella. Que su torpe vista escudriñara el terreno al notar mi ausencia era cuestión de segundos. Era cuestión de un par de parpadeos luego del encandilamiento. Recogí, inclinándome, el formón por el mango, luego lo tomé por la hoja y eché una mirada al terreno. Todo en cuestión de segundos. Luego eché a correr, agazapado, en zig-zag, por entre las dunas, fuera de su campo visual. Es difícil correr rápido en la playa. El viento ya no levantaba arena. Por el contrario, la que yo aventaba con cada uno de mis pasos se reincorporaba pesadamente al terreno. Cuando llegué a su lado, él ya no la miraba. Ahora estaba con la mirada fija en el cadáver y parecía asombrado, como tratando de hacer una suma de cosas dispares: una niña desnuda, con sus ropas en la mano, más un cadáver con la cabeza rota, en torno al cuan zumban las moscas. Me erguí rápidamente y lo golpeé inmediatamente detrás de la oreja, como he oído decir que se golpea a los conejos. Quedó trastabillando como un gran oso harapiento. No caía. Giré en torno a él y le di con el formón en la parte posterior del cráneo. Entonces sí que cayó, pero se debatía, moviendo brazos y piernas. Tuve que golpearlo repetidas veces y aún así, la cabeza parecía compacta como si estuviera rellena de género o de arena. Pero estaba muerto. Sus movimientos vestigiales disminuyeron hasta desaparecer. Ahora ella llegaba con su ropa bajo el brazo, sin parecer comprender lo que sucedía. Ahora era necesario ocultar ambos cuerpos. Miré a mi alrededor. Cerca de allí había una depresión entre dos dunas. Yo quería colocar allí los dos cadáveres y luego echarles arena encima. Mientras arrastraba al pesado bruto por los pies hasta echarlo en la hendija, ella salió de mi campo visual. Cuando hube terminado con esa parte de mi tarea di vuelta la cabeza para ver dónde estaba. No la vi. Tampoco vi el otro cuerpo. Sólo vi su ropa que estaba tirada sobre la arena, a merced de la brisa que soplaba, de cualquier manera. Me di a la tarea de buscarla. A los pocos segundos me di cuenta de que estaba un poco más allá, llorando a la orilla del mar. Estaba cansado y me costaba hablar. Ella arrastraba al otro cuerpo de un pie, trabajosamente, dejando atrás un hilillo oscuro de sangre que se coagulaba rápidamente en la arena tibia. Ella se detenía cada cierto trecho para tomar aliento entre sollozos, al borde de un ataque de histeria. También se la veía a punto de desplomarse. Ella me miraba con el temor de un niño que espera golpes y reprimendas. Yo la tranquilicé lo mejor que pude con una sonrisa y esa pequeña caricia en la mejilla que siempre tenía el efecto de tranquilizarla. Me despojé de mis ropas, disponiéndome a completar la tarea. Me eché el fardo inerte a la espalda y eché a caminar por la arena, agobiado por el peso, adentrándome en el agua, hasta que me hubo llegado al cuello. En verdad el agua estaba helada. Entonces lo solté y vi cómo se hundía de bruces primero, para luego subir a la superficie lentamente y quedar boca abajo, con el tronco al aire, y los brazos y piernas, así como la cabeza, colgando dentro del agua. El agua inflaba sus vestimentas, demasiado amplias para su osamenta, produciendo un efecto casi cómico. Di unas cuantas brazadas y me pelé una rodilla contra una roca del fondo. Tiritando salí del agua. Ella estaba sentada sin expresión. Yo recogí mi ropa y eché a caminar con ella hacia las dunas. Al llegar de vuelta a la arena nos encontramos con una desagradable sorpresa, que nos habían ocultado las dunas: Un hombre de gabán, al parecer un pescador, examinaba el cuerpo medio cubierto de arena con un cierto asco. Con la punta del pie dio vuelta la cabeza buscando la invisible lesión. Por la boca de la cabeza todavía brotaba un hilillo de sangre. El hombre contempló el cuerpo casi con indiferencia. Sus ojillos rojos brillaban impasibles bajo las hirsutas cejas, entre el grueso cutis curtido. Su cara era tan expresiva como un pedazo de cuarzo. En una de sus nervudas manos sostenía una antigua pistola. Al cinto le pendía un cuchillo abridor de mariscos. "No traten de hacerse los desentendidos"- nos dijo- "Lo vi todo". Nosotros nos miramos con zozobra. Cuando dijo "tapen el cadáver", una chispa de esperanza hizo vibrar al unísono nuestros cuerpos desnudos. Ambos nos pusimos a echar arena haciendo pala con las manos juntas hasta formar un montículo de regular tamaño sobre el yaciente. Cubiertos de sudor dimos fin a nuestra tarea y nos quedamos enfrentando al viejo gigantón en actitud interrogante. Entonces nos dio la espalda y se marchó. Nos quedamos paralogizados y nos abrazamos. Ella se notaba nerviosa. Era natural. Por el contrario, yo me sentía un poco afuera de lo que estaba pasando. Algunas gaviotas describían círculos o parábolas en lo alto, sobre el túmulo, seguramente esperarían que nos fuéramos para empezar a picotear el cadáver. En el mar, a una decena de metros de la plaza, se veía algo como un tronco, en el que se atareaban ahora innumeras aves marinas. Nosotros sabíamos de qué se trataba. El sol brillaba. Las gaviotas graznaban oliscando la muerte. Nos quedamos parados, tomados de la mano, sin saber qué hacer. Pronto las aves de rapiña y los perros errantes de las playas darían con el cadáver enterrado y lo expondrían sobre la arena, donde cualquiera que acertara a pasar podría verlo, como eventualmente sucedió. Ella sollozaba diciendo "Tengo ganas de ir al baño, tengo ganas de irme a la casa". Pero entonces el hombre ya volvía, desandando sus pasos. Con una mano arrastraba un enorme montón de cochayuyos. Pulgas de mar saltaban entre sus haces. En la otra mano se advertía un teléfono celular. Luego extrajo de un bolsillo un gran pañuelo y se secó el sudor de la frente y el cuello en forma lenta. Pausadamente. Sus movimientos y ademanes eran calmos. Sin embargo, en sus ojos nos miraba algo que no era benevolencia. A lo lejos vimos acercarse una pareja de policías. Nos dijo "Vístanse, nos vamos".

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Ottawa, Ontario, Canada
Canadá desde 1975, se inicia en los 60 en el Grupo América y la Escuela de Santiago. Sus libros de poemas son El evasionista/the Escape Artist (Ottawa, 1981); La calle (Santiago, 1986); The Witch (Ottawa, 1986); Tánger (Santiago, 1990); Tangier (Ottawa, 1997); A vuelo de pájaro (Ottawa, 1998); Vitral con pájaros (Ottawa; 2002) Reflexión hacia el sur (Saskatoon, 2004) y Cronipoemas (Ottawa, 2010) En prosa, la novela De chácharas y largavistas, (Ottawa, 1993). Es autor de la antología Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de www.escritores.cl con El diario de Pancracio Fernández. Ha sido antologado por ejemplo en Cien microcuentos chilenos, de Juan Armando Epple; Latinocanadá, Hugo Hazelton; Poéticas de Chile. Chilean Poets. Gonzalo Contreras; The Changuing Faces of Chilean Poetry. A Translation of Avant Garde, Women’s, and Protest Poetry, de Sandra E.Aravena de Herron. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca.

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces

Instalación en la casa de Parra en Las Cruces
Chile, 2005, Foto de Patricio Luco. Se pueden ver en esta "Biblioteca mínima indispensable" el Manual de Carreño, el Manifiesto Comunista y Mi Lucha

Chile, 2005

Chile, 2005
Una foto con el vate Nicanor Parra, candidato al premio Nobel de Literatura